El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, advertido por Ana Miranda del impacto de Altri

Durante el pleno del Parlamento Europeo, la eurodiputada del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Ana Miranda, trasladó al presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, varias demandas clave para Galicia. En su intervención, destacó los graves efectos negativos que podría acarrear la instalación de la planta de Altri en Palas de Rei .

La eurodiputada subrayó el rechazo de gran parte de la sociedad gallega hacia el proyecto de Altri, una instalación que, según Miranda, “proviene de Portugal, donde fue rechazada por su impacto ambiental”. La eurodiputada hizo referencia a la importancia de que Antonio Costa, como ex primer ministro portugués, entendiera bien las preocupaciones sobre este proyecto y compartiera la oposición de Galicia.

Un proyecto controvertido
El proyecto de Altri en Palas de Rei ha generado una fuerte contestación social en Galicia debido a sus implicaciones medioambientales. Según los detractores del proyecto, entre los que se encuentran diversos colectivos sociales y políticos, las consecuencias de la planta serían devastadoras para el río Ulla y el encoro de Portodemouros. La planta utilizaría una gran cantidad de agua y generaría un volumen considerable de efluentes contaminados, que podrían afectar gravemente tanto a la flora y fauna locales como a las actividades pesqueras en la ría de Arousa.

Sin embargo, el proyecto de Altri también cuenta con defensores, que destacan sus posibles beneficios económicos para la región. Según los representantes de la empresa y algunos sectores políticos, la instalación de la planta en Palas de Rei podría generar una importante creación de empleo en una zona que atraviesa dificultades económicas. Se estima que la planta podría generar cientos de puestos de trabajo directos, además de crear oportunidades de empleo indirecto en sectores como el transporte, la logística y la industria forestal.

Desde el punto de vista de los defensores, el proyecto contribuiría al desarrollo económico de Galicia, al atraer inversiones y promover la modernización de la industria de la celulosa. Además, aseguran que la planta estaría diseñada con tecnologías de última generación que minimizarían su impacto ambiental, en un esfuerzo por cumplir con las normativas europeas sobre sostenibilidad. Estos argumentos subrayan la importancia de encontrar un equilibrio entre el progreso económico y la preservación del medio ambiente, una cuestión que sigue siendo objeto de intenso debate en la región.

En su intervención, Miranda denunció que la planta de Altri consumiría 1,2 millones de toneladas de eucalipto anuales y tendría un impacto directo sobre áreas de especial protección de la Red Natura. La eurodiputada también detalló el uso de 46 millones de litros de agua al día, de los cuales se verterían 30 millones contaminados en el río, lo que podría elevar la temperatura del agua a niveles perjudiciales para la biodiversidad. 

Rechazo europeo y acciones políticas
La ofensiva de Miranda contra el proyecto de Altri no se limita a su intervención en el Parlamento Europeo. A lo largo del último año, la eurodiputada ha liderado una serie de iniciativas dentro de las instituciones europeas. Una de ellas fue una reunión en Bruselas entre una delegación gallega y representantes de la Comisión Europea, específicamente con el Grupo Operativo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y la Unidad de Cumplimiento de Normativa Ambiental.

Como parte de este esfuerzo, Miranda entregó una carta a la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera, en la que solicitaba una reunión con los colectivos contrarios a la planta de Altri y pedía un informe detallado sobre el impacto ambiental del proyecto. La eurodiputada señaló que esta planta tendría efectos no solo sobre el entorno natural, sino también sobre la calidad de vida de los gallegos, especialmente aquellos que dependen del ecosistema acuático de la región.