Manifestación en Santiago: "los incendios son evitables con voluntad política y medidas concretas"

Tras el verano más negro que se recuerda, marcado por incendios de una ferocidad y extensión sin precedentes, miles de ciudadanos gallegos se darán cita este domingo en Santiago de Compostela para alzar la voz. La manifestación, convocada por la plataforma "Por un Monte Galego con Futuro", partirá a las 12:00 horas de la Alameda compostelana con un destino claro: exigir un cambio radical en una política forestal que, a juicio de los convocantes, ha sembrado el paisaje de un polvorín listo para arder.

 La marcha es la respuesta social a una catástrofe que ha calcinado más de 110.000 hectáreas -unas 150.000 según los satélites del sistema de la UE Copernicus- dejando una estela de devastación ecológica, económica y humana. 

Frente al clamor popular que pide un nuevo modelo para el rural, la Xunta de Galicia defiende su gestión, apunta a la intencionalidad de los fuegos como causa principal y despliega un paquete de ayudas para paliar los daños. En el corazón del conflicto late una pregunta fundamental: ¿qué futuro se quiere para el monte gallego?

La llamada a salir a la calle nace, según los organizadores, de la indignación y la solidaridad conas las comarcas más afectadas.  ¿Qué ambiente se respira antes de la protesta? “Los preparativos para la manifestación de este domingo están siendo muy intensos, pero sobre todo, muy ilusionantes. La respuesta de la ciudadanía es, sencillamente, abrumadora”, responde Nancy Blanco,  que sitúa la movilización como una suma de demandas locales a “un clamor autonómico” para exigir planes de prevención y una gestión forestal responsable. 

Las críticas ciudadanas se centran en la política forestal de la Xunta: abandono rural, expansión del eucalipto y un modelo que, dicen las organizaciones, facilita que los incendios se conviertan en catástrofe. La Xunta, por su parte, ha defendido en sus comunicados que la principal amenaza siguen siendo los incendios provocados y ha reclamado una vigilancia máxima frente a los incendiarios.

El problema no es solo quién prende el fuego, sino qué permite que el fuego se convierta en una catástrofe incontrolable

La portavoz de Ecoloxistas en Acción en Ourense rebate en que culpar solo a los incendiarios es “reduccionista” y desvía la atención de la gestión del monte y de la prevención, y reclama reformas estructurales como la limitación de especies pirófitas y la recuperación de la ganadería extensiva.

"Por qué no se habla del abandono rural, de la ausencia de una gestión forestal activa o de la proliferación de biomasa inflamable? Centrarse exclusivamente en los “incendiarios” es una excusa que permite a la Xunta eludir su responsabilidad. El problema no es solo quién prende el fuego, sino qué permite que el fuego se convierta en una catástrofe incontrolable", argumenta. 

Durante años pareció instalarse la idea de que estos grandes incendios forestales eran una especie de fatalidad inevitable en Galicia cada verano. Un fatalismo que empieza a desaparecer, al menos en opinión de los organizadores de la marcha.

Así Blanco señala que "la sociedad gallega está desmontando el mito de la fatalidad " y ve que "las protestas masivas y el debate público reflejan este cambio". "La gente entiende que, con una gestión forestal adecuada, como la que se aplica en otros ecosistemas mediterráneos o europeos, estos desastres no son inevitables, sino evitables con voluntad política y medidas concretas", concluye.

¿Y cuáles son las medidas más urgentes, en opinión de Ecoloxistas Ourense? Blanco apunta a tres: 

1. Una revisión radical del modelo forestal, limitando especies pirófitas como el eucalipto a un máximo del 20% o 30% del territorio y promoviendo la diversidad con especies autóctonas.
2. Planes ambiciosos de revitalización rural, con incentivos fiscales y ayudas para recuperar la ganadería extensiva y la propiedad activa del monte. Esto no solo dinamiza las aldeas, sino que crea cortafuegos naturales. 
3. Inversiones en vigilancia tecnológica avanzada, como redes de drones e IA predictiva de riesgos, junto a bases fijas de extinción que operen todo el año.

Tras estas actuaciones urgentes, los activistas reclaman cambios de la política de fondo. Advierten tamén del riesgo de replantar el monte só con especies de crecimiento rápido. En su opinión es esencial "evitar reforestaciones masivas con especies inadecuadas y apostar por la regeneración natural, complementada con plantaciones selectivas de especies autóctonas" para "recuperar la estructura y diversidad del sotobosque y garantizar la conectividad ecológica".

Lumes Nunca Máis: convocatoria, recorrido y transporte

Bajo el lema "A política forestal do PP queima os nosos montes, queima as nosas casas", la marcha, que se convoca bajo un manifiesto Lumes Nunca Máis, busca señalar las causas estructurales que, según los organizadores, subyacen a la recurrencia y virulencia de los fuegos. La convocatoria formal de la plataforma fija la salida de la marcha para el domingo 14 de septiembre a las 12:00 horas desde la Alameda compostelana, con un recorrido hasta la Praza do Obradoiro.

CIG ha anunciado que fletará autobuses desde A Coruña, Ferrol, Lugo, Ourense, Verín, Pontevedra, Vilagarcía y Vigo; además, distintas agrupaciones locales han difundido puntos de salida y reservas en sus sedes.

La protesta se enmarca en una serie de concentraciones ya celebradas en agosto y septiembre en diferentes localidades gallegas, y en un manifiesto que reclama un cambio de modelo forestal y un plan de choque para las personas y territorios afectados por los fuegos.  

El manifiesto de la plataforma "Por un Monte Galego con Futuro" detalla una hoja de ruta alternativa basada en varios pilares fundamentales. La primera y más urgente de las reclamaciones es la creación de un servicio de prevención y extinción de incendios que sea público, unificado, profesional y que opere durante todo el año. Esta exigencia se opone frontalmente al modelo actual, que los críticos denuncian como fragmentado y parcialmente privatizado, lo que, a su juicio, merma la eficacia y la coordinación. La profesionalización y la gestión directa por parte de la Xunta son consideradas condiciones indispensables para una defensa eficaz del monte.   

Otro de los puntos más controvertidos y centrales de su discurso es la exigencia de una moratoria indefinida para las nuevas plantaciones de eucalipto y otras especies pirófilas de crecimiento rápido. Los convocantes consideran que la "eucaliptización" de Galicia ha creado paisajes homogéneos y altamente inflamables, que actúan como auténticas autopistas para el fuego. Esta demanda choca directamente con los intereses de la industria maderera y de la celulosa, un sector con un peso económico significativo en la comunidad y que ha sido un pilar en la planificación forestal de la Xunta.   

Finalmente, la plataforma defiende que el mejor cortafuegos es un rural vivo y productivo. Sus propuestas incluyen políticas activas para fijar población, recuperar los usos agrarios y ganaderos tradicionales, y fomentar la gestión sostenible del monte por parte de las comunidades locales. 

Argumentan que el abandono del campo y la desaparición de la agricultura en mosaico —que combinaba cultivos, pastos y bosques autóctonos— han provocado una acumulación masiva de biomasa combustible, dejando el monte a merced de las llamas. Por ello, piden un apoyo decidido a las explotaciones agropecuarias y a un modelo industrial de la madera que cierre los ciclos productivos en Galicia, en lugar de exportar materia prima sin transformar.   

Los datos de este agosto negro muestran que las provincias más quemadas coinciden con las que más han sufrido la despoblación: 

Respuesta de la Xunta: foco en los incendiarios y ayudas de emergencia

Frente a la magnitud de la catástrofe y las crecientes críticas por parte de la oposición y los colectivos sociales, la Xunta de Galicia ha desplegado una estrategia de respuesta en dos frentes. Por un lado, ha construido un discurso público que pone el foco casi exclusivamente en la acción de los incendiarios como causa principal de los fuegos. Por otro, ha activado un paquete de ayudas económicas de emergencia para reparar los daños materiales y personales sufridos por los afectados.

Desde el primer momento de la crisis, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y otros altos cargos del gobierno gallego han insistido de manera sistemática en la intencionalidad como factor explicativo de la ola de incendios. En sus declaraciones públicas, Rueda ha hablado de "maldad humana" y ha asegurado que detrás de la "inmensa mayoría" de los fuegos hay "personas que los provocan". Este relato se ha visto reforzado con datos de las fuerzas de seguridad, que a finales de agosto habían detenido a 11 personas e investigado a otras 32 como presuntas responsables de los incendios.   

Esta narrativa, sin embargo, ha sido cuestionada. El secretario de Estado de Medio Ambiente del Gobierno central, Hugo Morán, matizó públicamente que los pirómanos representan menos del 7% de las causas identificadas en los incendios, sugiriendo que el énfasis de la Xunta en esta figura podría ser una simplificación del problema. 

Los críticos con la Xunta señalan que al centrar el debate en la figura del criminal individual, el gobierno gallego desvía la atención de las críticas estructurales que señalan su política forestal y el modelo de gestión del territorio como factores que crean un paisaje vulnerable. Este enfoque permite a la administración presentarse no como la responsable de un sistema de alto riesgo, sino como la defensora de la sociedad frente a la acción de delincuentes, externalizando así la culpa y eludiendo un debate más profundo y complejo sobre sus propias políticas.   

La principal respuesta del ejecutivo tras la catástrofe ha sido de carácter económico. A finales de agosto, el Consello de la Xunta aprobó de forma extraordinaria el Decreto 76/2025, que articula un paquete de ayudas directas para los damnificados.

Estas ayudas contemplan hasta 132.000 euros para la reconstrucción de una vivienda habitual, hasta 60.000 euros para segundas residencias, y líneas de hasta 1,5 millones de euros para empresas y explotaciones agropecuarias afectadas. Con estas medidas, la Xunta busca paliar los efectos más inmediatos de la devastación y facilitar la recuperación económica de las zonas más castigadas.

¿Quienes son los convocantes de la manifestación de Lumes Nunca Máis?

La convocante es la Plataforma ‘Por un monte galego con futuro’ formada por unos sesenta colectivos: 
 

1. Asociación Somos Pandeireteiras
2. A Estruga
3. A Rente do Chan-Pladever
4. A Ría Non se Vende
5. A Terra Non se Vende (ATNSV)
6. Agrupación Cultural Alexandre Bóveda
7. Agrupación Micolóxica Naturalista Liboreiro
8. Amarelante Sociedade Cooperativa Galega
9. Amigos da Terra
10. Anduxía
11. Asociación de Gandeiras e Agricultores Galegos Elas Eles
12. Asociación Ambiental Petón do Lobo
13. Asociación Ambiental Senda Nova
14. Asociación de Amigos e Amigas dos Bosques “O Ourol de Anllóns”
15. Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (ADEGA)
16. Asociación para a defensa medioambiental Salvemos Monteferro
17. Asociación pola Defensa da Ría (APDR)
18. Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago (AGACS)
19. Asociación de Escritores en Língua Galega
20. Asociación Galega de Apicultura (AGA)
21. Asociación Galega Cova Crea
22. Asociación Cultural Bidueiro
23. Asociación Galega de Custodia do Territorio (AGCT)
24. Asociación de Custodia do Territorio Brexa
25. Asociación Frouma
26. Asociación Medioambiental Galicia Ambiental
27. Asociación Medioambiental Grupo Lobo
28. Asociación Monte Galego
29. Asociación Montes de Galiza (MONTEGAL)
30. Asociación Naturalista Baixo Miño (ANABAM)
31. Asociación Naturalista Hispella
32. Asociación Rebinxe
33. Asociación Rexeneración Autóctona
34. Asociación Veciñal do Saviñao
35. Colectivo Agrocuir da Ulloa
36. Comando Ghichas
37. Confederación Intersindical Galega (CIG)
38. Ecoloxistas en Acción
39. Federación Ecoloxista Galega (FEG)
40. Federación Rural Galega (FRUGA)
41. Foro do Camiño
42. Fundación Eira
43. Greenpeace
44. Grupo Naturalista Hábitat
45. Instituto de Estudos Miñoráns
46. Marcha Mundial das Mulleres
47. Mariña Patrimonio
48. Organización Galega de Comunidades de Montes (ORGACCMM)
49. Plataforma Pola Defensa da Ría de Vigo «CÍES»
50. Plataforma pola Protección da Serra do Galiñeiro
51. Quercus Sonora
52. Salvemos as Fragas de Catasós
53. Sindicato Labrego Galego (SLG)
54. Sociedade Galega de Ornitoloxía (SGO)
55. SOS Groba
56. SOS Suído Seixo
57. Terra Chá Sostible
58. Verdegaia
59. Véspera de Nada