Trabajadores de Ambulancias do Atlántico toman las calles a la espera de que se intervenga a la concesionaria

Pese a que un acuerdo de última hora el pasado 30 de abril llevó a CIG, CC.OO. y USO a desconvocar las dos jornadas de huelga programadas para hoy y mañana en Ambulancias do Atlántico, el comité de huelga no suspendió la protesta celebrada esta mañana ante la dirección provincial del SERGAS en Vigo, a donde acudieron decenas de trabajadores y personal del sector procedente de otras áreas sanitarias. 

Los manifestantes denunciaron la "situación límite" en la que se encuentran. El abono de las nóminas que se les adeudaban -motivo por el que se desconvocaron los paros, aunque siguen debiendo 150 euros de media por empleado por diversos conceptos- no resuelve la dificilísima situación en la que se encuentra el servicio de asistencia urgente en Vigo, Moaña y Cangas, así como el de las ambulancias programadas en toda el área olívica. 

LAS DEUDAS Y PROBLEMAS

Talleres que ya no atienden a Ambulancias do Atlántico, una deuda de 120.000 euros con Repsol, solo una gasolinera nutriendo a los vehículos, empresas de cobro a morosos llamando a las puertas de la compañía... Y todo esto sucede mientras el empresario, Carlos Simón, sigue en paradero desconocido y eludiendo sus responsabildiades, tal y como viene denunciando de manera reiterada el comité de huelga, que también reparte la culpa con las autoridades sanitarias. 

"Se ha llegado a esta situación porque a la administración lo único que le interesa es prestar un servicio lo más barato posible, y licita con cualquier irresponsable (Simón ya dirigió en el pasado una compañía que vivió una situación similar, Ambunova, con impagos en el área de Santiuago-O Barbanza); está más que demostrado que este servicio público esencial no puede estar más tiempo privatizado", condenó Óscar Graña, de CIG.

"Pedimos a la Xunta que intervenga definitivamente la empresa y recobre el servicio para gestionarlo como servicio propio de la administración. Ya los grupos de la oposición pidieron el rescate en el Parlamento", insiste Roberto Rodríguez, de CC.OO., al tiempo que aborda el "papel irrelevante" desempeñado por el Gobierno de Galicia hasta ahora.

Las palabras de Rodríguez empatan con la denuncia del grupo municipal del BNG en Vigo, que a través de su portavoz, Xabier Pérez Igrexas, junto con la diputada autonómica Carmela González, trasladó el apoyo de la fuerza nacionalistas a la plantilla y censuró la "nefasta política sanitaria del PP", que pone un servicio "tan sensible en manos de un empresario pirata". "Aún estamos a la espera de que la delegada de la Xunta en Vigo dé explicaciones cuanto antes sobre las medidas que va a tomar el gobierno gallego", explica.

MODELO PRIVATIZADO

En cualquier caso, y pese a las cuestiones planteadas por este diario tanto a Sanidade como al propio presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, desde el Gobierno de Galicia no quieren ni oir la idea de que este servicio esencial pase a manos públicas. 

Ante la negativa, los sindicatos exigen a la Xunta que, si mantiene este modelo privatizado, debe ser la administración pública la que ponga en marcha los mecanismos para garantizar el cobro de las nóminas y que se mantengan los derechos de los trabajadores, con más "dinero y recursos" que aporten estas garantías, toda vez que CC.OO. denunció que el área viguesa, como otras de Galicia, se encuentran hoy "infradotadas".

Otra de las solicitudes de los sindicatos es que, ante la espantada de la dirección, se nombre a alguien para que hace de interlocutor con la empresa, así como la presencia de representantes de la Consellería "en todas las reuniones entre la RLT y la empresa", la "entrega de todas las hojas de nóminas al personal al que no se le facilitó" y la gestión de los "problemas actuales con las empresas proveedoras" a las que se les adeuda una gran cantidad de dinero. 

Desde el 061 mantienen que el servicio sigue estando operativo "las 24 horas del día, los 365 días del año", tal y como vienen puntualizando en sus comunicados de las últimas semanas, donde también dicen tomarse muy en serio lo ocurrido y seguir con preocupación el desmoronamiento de Ambulancias do Atlántico. En paralelo, muchas otras empresas del sector manifiestan problemas similares, aunque no tan acuciantes.