Esperas de más de dos años sin lista de espera pública para cirugías traumatológicas menores en Santiago

En la área sanitaria de Santiago de Compostela hay 272 personas esperando por una cirugía menor de prioridad 3. En estos momentos el SERGAS está llamando a los pacientes a los que un traumatólogo les prescribió la operación en marzo. En marzo de 2023.
 

Así se lo están comunicando los administrativos responsables de la burocracia de las listas de espera a los pacientes que acuden a preguntar presencialmente a sus oficinas, en el Hospital de Conxo. 

A ellos, a los administrativos que gestionan la burocracia, deben recurrir porque si le preguntan a sus médicos de familia por cuándo los llamarán, los galenos no pueden darles ni una estimación. Los médicos de familia no tienen acceso a información oficial. 

Sus casos tampoco figuran en las listas de espera que la Ley (el Real Decreto 605/2003) obliga a publicar al SERGAS. Al ser cirugía menor, al estar previsto que la operación se realice en la antesala de un quirófano -lo popularmente conocido como “quirófanillo” en el argot sanitario- la Consellería de Sanidade no tiene la obligación legal de informar de estas listas de espera. 

Al no tener esa obligación, el SERGAS pasa de publicarla. Es más limita el acceso a su propio personal, impidiendo a los propios médicos de familia conocerla. La mayoría de los pacientes, se quedan así, en un limbo que puede durar años. 

Solo los que se desplazan a hablar con los administrativos obtienen la información necesaria para tomar decisiones sobre su dolencia y su vida. Decisiones que, básicamente, pasan por responder a esta pregunta ¿sufro bastante para tener que pagar una cirugía en la privada o puede esperar años a que me llamen del SERGAS?
 

Así las cosas, no es de extrañar que los pocos traumatólogos que ofrecen servicios privados en Santiago de Compostela estén haciendo su agosto.

Consultadas fuentes oficiales de la Gerencia del SERGAS en el Área Sanitaria de Compostela por Galiciapress, reconocen la magnitud del problema. Apuntan también que se están buscando soluciones como programas pilotos que parte de la carga de las cirugías menores las realicen otros servicios.

Santiago, con las peores listas de espera de ‘trauma’ en Galicia, y empeorando

Las listas de espera para cirugías mayores, aquellas que se hacen en quirófano, sí son públicas por mandato legal. Las últimas publicadas, en el verano de este año, indican que están pendientes de operar 11.767 personas en Galicia. 
 

De ellas 2.945 pacientes son del área sanitaria de Santiago. Es la mayor lista de espera de toda Galicia, pese a que la compostelana no es, ni de lejos, el área sanitaria con más pacientes. 
 

De esas casi doce mil personas esperando una cirugía traumatológica mayor en Galicia, hay más de 1.200 pacientes que llevan esperando más de medio año. En A Coruña hay una docena esperando más de un año.

El tiempo de espera media en Compostela es unos 85 días, similar al de Galicia, 84. Sin embargo, análisis de la evolución anual muestra como la situación tiende a empeorar tanto a nivel compostelano como gallego, pero mucho más en el caso santiagués.
 

Antes de la pandemia, 2019, la espera era de 66 días a nivel autonomía, 49 a nivel Santiago. Desde entonces, los días de espera media han crecido, respectivamente, un 27% y un  73%.

¿Cuáles son las cirugías traumatalógicas menores?

En el ámbito de la traumatología, las intervenciones ambulatorias menores son claves para el funcionamiento del sistema porque permiten abordar porblemas mediante operaciones que, por lo general, no requieren ingreso hospitalario, permitiendo al paciente regresar a casa el mismo día. 

Entre las más habituales destacan las cirugías de la mano, como la liberación del síndrome del túnel carpiano, donde se secciona el ligamento que presiona el nervio, o la corrección del "dedo en gatillo", que libera una polea tendinosa. También son frecuentes las pequeñas artroscopias diagnósticas, la retirada de material de osteosíntesis (placas o tornillos) una vez consolidada una fractura, o el tratamiento de quistes sinoviales.

El denominador común de estos procedimientos es su carácter mínimamente invasivo. Generalmente, se realizan bajo anestesia local o regional, adormeciendo únicamente la zona a intervenir. El cirujano trabaja en un entorno estéril, realizando incisiones muy pequeñas, lo que reduce drásticamente el riesgo de infección y el dolor postoperatorio. La intervención suele ser rápida, a menudo durando menos de una hora, y el paciente permanece despierto o bajo una sedación ligera.

Tras finalizar la cirugía, el paciente pasa a una sala de recuperación durante un breve periodo de observación. Una vez que el equipo médico confirma que sus constantes son estables y que el efecto de la anestesia remite adecuadamente, recibe el alta.