Investigadores de la USC avanzan en la detección temprana y tratamiento de un cáncer cerebral letal con nanotecnología
Investigadores del Cimus de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) avanzan en la detección temprana y en el tratamiento de un cáncer cerebral letal, el gliobastoma -- un tumor que se origina en el cerebro, de rápido crecimiento y agresividad, que afecta sobre todo a las personas mayores -- mediante la nanotecnología. Se trata del tumor cerebral más común y actualmente no tiene cura.
Ahora, el equipo dirigido por María José Alonso y Pablo Aguiar, avanzan en la investigación de esta enfermedad en el marco de la plataforma de micro-mecenazgo de la USC Sumo Valor, que busca la participación ciudadana para recabar fondos a través de donaciones.
La investigación se integra en el programa Diagbi de la convocatoria de Proyectos de I+D+i en líneas estratégicas en colaboración público-privada del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Apuntan en un comunicado que en la actualidad no existe tratamiento para la enfermedad y la superviviencia media no supera los 14 meses desde el diagnóstico.
"Esto se debe a que la investigación se focalizó en otros tipos de cáncer con mayor prevalencia, como el de mama, próstata o pulmón. En el caso de los tumores cerebrales, la falta de inversión llevó a que el pronóstico de los pacientes hoy sea similar al que tenían hace varias décadas", según ha explicado la investigadora principal del Cimus, María José Alonso.
Apuntan que la nanotecnología supone "un enorme desafío" al llevar radiofármacos desde su inyección intravenosa hasta el gliobastoma. "Aunque, gracias al anticuerpo monoclonal, el radiofármaco debería unirse específicamente al turmo, para que esto ocurra primero tiene que llegar hasta allí. La gran dificultad que presenta el proyecto y que pretendemos solucionar con el desarrollo de nanopartículas que permitan al radiofármaco atravesar las diferentes barreras biológicas con las que se encuentra. El mayor desafío lo encontrará en el cerebro, donde primero tiene que superar la barrera hemato-encefálica y posteriormente en el cerebro hasta alcanzar las células tumorales", sostiene Alonso.
TRABAJO DE CAMPO
La investigación tiene una primera parte de desarrollo en el laboratorio, en la que se ensayarán diferentes formulaciones de nanopartículas y se buscará la solución óptima para atravesar la barrera hemato-encefálica.
Además, se realizarán las pruebas de unión de los anticuerpos a los isótopos radioactivos para formar el radiofármaco. La primera fase debería tener como resultado varios prototipos de nanopartículas que sean capaces de encapsular los radiofármacos.
La segunda parte del trabajo, según explica el investigador principal del Cimus, Pablo Aguiar, "se centra en la validación in vivo de los prototipos".
Para eso, trabajarán con modelos animales de glioblastoma y con equipamiento de imagen de última generación para comprobar la eficacia en términos de diagnóstico y tratamiento.
"Primero, investigaremos si nuestros radiofármacos son capaces de alcanzar el tumor de forma específica mediante las imágenes de PET y, posteriormente, comprobaremos si los electrones son capaces de eliminar las células tumorales y controlar el crecimiento del tumor", ha señalado.
Los científicos confían en que sus resultados muestren un aumento de supervivencia de los animales comparados con los tratamientos convencionales basados en quimioterapia. La orientación traslacional de los experimentos permitirá general evidencia trasladable a un ensayo clínico.
Destacan que en esta línea de investigación podría suponer un cambio de paradigma en el tratamiento de glioblastoma y otros cánceres de difícil diangóstico y mejorar notablemente la calidad y esperanza de vida.
"En caso de éxito, nuestra investigación podría generar la evidencia necesaria para poder presentar un ensayo clínico en el plazo de unos tres años", aseguran los investigadores.
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