El plan de protección del Centro histórico no permite cambiar las ventanas del Parador de Turismo de Pontevedra

PONTEVEDRA, 9 (EUROPA PRESS)
El plan de protección del Centro histórico de Pontevedra no permite cambiar las ventanas del parador de la ciudad, el primer establecimiento de estas características que abrió sus puertas en Galicia.

La antigua residencia de los condes de Maceda es un edificio del siglo XVI que en el año 2023 terminó una ambiciosa reforma en la que se invirtieron más de 1,7 millones de euros. Sin embargo quedaron pendientes una serie de obras menores como la renovación de la carpintería exterior del edificio.

El concejal de Urbanismo, Alberto Oubiña, ha informado este miércoles que los técnicos del Ayuntamiento de Pontevedra no permiten que la obra afecte a la fachada debido al plan que protege el casco histórico de Pontevedra, el Peprica (Plan Especial de Protección y Reforma Interior y Conservación Artística).

Paradores, la empresa pública al servicio del turismo español, ha hecho una consulta previa al servicio de urbanismo del Ayuntamiento a través de la que propone tres posibilidades distintas de intervención en los ventanales para mejorar la eficiencia energética del inmueble.

Sin embrago, Alberto Oubiña ha indicado que el dictamen de los técnicos de urbanismo concluye que ninguna de esas alternativas cumple con los requisitos mínimos. Esto es debido a que "no son obras de conservación, sino de rehabilitación, que introducen un nuevo diseño en las carpinterías".

De modo que los técnicos apuntan que la única salida para ejecutar esta obra en el histórico Parador de la Rúa do Barón es limitar la actuación a la parte interior de las ventanas.

CORREOS Y MERCADONA
Los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Pontevedra han dado el visto bueno al uso comercial de la nave ubicada en el lugar de Touceda en la parroquia de Alba, que con anterioridad acogió el supermercado Dia.

La consulta urbanística ha sido planteada por el propietario de esta nave, Julio Pereiro, pero quien está interesada en ocupar este inmueble es la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos.

El asunto ya había sido tratado meses atrás, si bien entonces, la solicitud de información planteaba un uso industrial que no está permitido por la Lei do Solo de Galicia. Esta normativa señala que naves como ésta, instaladas en suelo rústico y afectadas por Carreteras del Estado, solo se podrán emplear para usos residenciales, terciarios o productivos, actividades turísticas artesanales y pequeños talleres y equipamientos.

Ahora Correos detalla que la nave tendría un uso comercial y que estaría destinada a unidades de reparto. Es decir, al tratamiento y la clasificación de correspondencia para su posterior expedición con lo que el correo no quedaría allí almacenado de manera permanente sino temporal ya que se trataría allí para su envío inmediato.

Los técnicos no ponen reparos a este tipo de actividad con lo que se desbloquea la posibilidad de que Correos se traslade a esta nueva ubicación y pueda vender las instalaciones que tiene en la avenida de Lugo, en Mourente.

Este movimiento urbanístico tiene otro actor implicado: Mercadona. La compañía de distribución alimentaria ya ha hecho público su interés por ocupar esa nave de Correos para trasladar la actividad que viene desarrollando en el supermercado de la rúa Estrada, en San Mauro.

La parcela de Correos tiene una superficie de 5.102 metros cuadrados y Mercadona ya había pedido información urbanística en el Ayuntamiento para ver las posibilidades de desarrollar en la Avenida de Lugo un supermercado con estacionamiento.