El BNG de Vigo pide congelar los sueldos de los concejales en 2026, en cuyos presupuestos se prevé una subida del 4 %

El grupo municipal del BNG ha reclamado este martes congelar los salarios de los cargos electos en Vigo, ante la subida prevista en los presupuestos elaborados por el gobierno municipal, de un 4 %, una subida "injustificada" para los nacionalistas, que han recordado que las retribuciones del alcalde, Abel Caballero, y de los ediles con edicación ya es "elevadísima".

El portavoz municipal del BNG ha señalado, en un comunicado, que "no hay justificación" para este incremento, y ha apuntado que, en las cuentas municipales del año que viene (aprobadas de forma inicial con el voto del PSOE y el 'no' de la oposición), se contempla sueldos de más de 70.000 euros para los concejales con dedicación exclusiva (8 del PSOE y 1 del PP), de más de 48.000 para los que tienen dedicación parcial (4 del PSOE y uno del BNG), y de más de 80.000 euros para el alcalde, Abel Caballero.

Pérez Igrexas ha añadido que el incremento es especialmente "injusto" en un contexto de dificultades económicas para las clases populares y trabajadoras, y con casi 60.000 personas en riesgo de pobreza y exclusión social en Vigo; y ha recordado que esos presupuestos de 2026 prevén un incremento del 4 % en las tasas e impuestos municipales.

Pérez Igrexas ha señalado que quienes desempeñan un servicio público como concejales, en el gobierno o en la oposición, deben tener "unas condiciones económicas dignas" pero los salarios fijados por en el Ayuntamiento de Vigo "van demasiado lejos".

Para el portavoz municipal del BNG la congelación de los sueldos debe ser "un primer paso" para abrir un "debate necesario" sobre la racionalización de los sueldos de los cargos políticos, entre ellos también las retribuciones del personal de confianza. Al respecto, ha recordado que, en el gabinete de Alcaldía, "hay en la actualidad personas con vínculos familiares directos con el gobierno local", con salarios "entre 35.000 y 50.000 euros", muy por encima del personal funcionario.

"La política no es una profesión, ni un modo de vida. Es un espacio para la participación democrática y eso es incompatible con prebendas o privilegios económicos", ha recalcado.