El presidente del TSXG reivindica la vigencia de la Constitución del 78 como un "gran pacto nacional"

El presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), Ignacio Picatoste, reivindicó la vigencia y validez de la Constitución española de 1978 como un "gran pacto nacional por la convivencia, la concordia, la libertad y la democracia",

Así lo hizo este viernes durante un acto conmemorativo del 47º aniversario de la carta magna celebrado en el salón de plenos del Ayuntamiento de Ferrol.

En una intervención, seguida por autoridades locales, representantes judiciales y ciudadanos, Picatoste subrayó que la Constitución "no es una panacea, sino un marco y un camino" que ha permitido a España consolidar su democracia y abordar grandes desafíos históricos como el problema militar, el religioso y el social.

Reconoció, no obstante, que el llamado "problema territorial" sigue pendiente de una solución definitiva dentro del marco constitucional.

Ante las críticas sobre su posible desfase, el magistrado destacó los mecanismos de adaptación implícita del texto, como la interpretación jurisprudencial, la primacía del derecho europeo y la labor del Tribunal Constitucional.

"Nuestra Constitución es viva y se ha ido moldeando a lo largo de estos años sin perder su esencia", afirmó. Aunque reconoció la rigidez de su procedimiento de reforma, defendió que este fue diseñado para preservar el equilibrio y evitar cambios coyunturales.

CONSENSO
Picatoste también hizo una llamada a la responsabilidad cívica: "Mantener viva la Constitución exige defender el consenso, fomentar la educación cívica y ejercer una ciudadanía activa, crítica y leal". Subrayó que el éxito del texto radica en que, aunque "alguien pudo no estar plenamente de acuerdo, nadie se sintió excluido" en su momento.

El acto, presidido por el alcalde, José Manuel Rey Varela, sirvió para reflexionar sobre el significado de la carta magna en la vida cotidiana de los españoles y su proyección de futuro.

Por su parte, Rey Varela recordó que la Constitución de 1978 es ya la más longeva de la historia de España y un "ejemplo de cómo las sociedades pueden encontrar puntos de encuentro".