La Fiscalía pide una condena de seis años de prisión para un comercial acusado de estafar a una anciana
PONTEVEDRA, 9 (EUROPA PRESS) La Audiencia Provincial de Pontevedra ha dejado visto para sentencia el juicio contra Leonardo, un agente comercial de la Editorial Planeta, de 38 años, acusado de estafar casi 93.000 euros a una vecina de 76 años.
La Fiscalía sostiene que el hombre se aprovechó de la relación profesional que mantenía con la víctima para hacerse con sus datos bancarios y vaciar su cuenta durante meses, además de convencerla después para entregar una colección de libros que nunca recuperó.
El Ministerio Público reclama para él seis años de prisión, una multa de 12 meses con una cuota diaria de 15 euros y la inhabilitación especial para profesiones del ámbito comercial durante el mismo tiempo. También pide que indemnice a la mujer con 92.096 euros, cantidad que incluye el dinero supuestamente sustraído y el valor de la colección de libros.
Según sostiene el fiscal, en marzo de 2020 el acusado obtuvo la tarjeta bancaria y las claves de banca electrónica de la mujer, cliente habitual de la editorial para la que trabajaba. A partir del 3 de abril comenzó a realizar numerosas transferencias y pagos no autorizados dirigidos tanto a sus propias cuentas como a las de otras personas que, según sostuvieron en el juicio, desconocían el uso fraudulento de sus datos.
Solo durante abril, los cargos en servicios como HAL CASH y casas de apuestas sumaron más de 6.600 euros. Esta primera fase de movimientos habría supuesto la desaparición de casi 80.000 euros de la cuenta de la víctima.
La supuesta estafa continuó en septiembre de 2020. La Fiscalía sostiene que Leonardo convenció a la mujer de vender una colección de libros que había adquirido años atrás. Tras recibir los ejemplares, habría fingido viajes por distintas ciudades para "buscar compradores", y logró que la mujer realizara seis transferencias adicionales por 12.270 euros.
La colección, valorada por un perito en 3.960 euros, nunca fue devuelta.
Ese mismo mes, según la acusación, volvió a cargar a la cuenta conceptos como "préstamo", "compra" o "pago abogado", además de nuevos movimientos en apuestas y retiradas de efectivo, por un total superior a 19.000 euros.
Cuando fue detenido el 21 de octubre de 2020, los agentes encontraron en su poder una tarjeta bancaria a nombre de la mujer.
Este martes ante el tribunal provincial, Leonardo se declaró inocente. Aseguró que la mujer le prestó el dinero "voluntariamente", que ella misma le entregó una tarjeta que estaba vinculada a una web de apuestas y que mantenían "una relación de amistad". Añadió incluso que la denunciante le pidió que borrara sus conversaciones cuando las hijas se enteraron de lo ocurrido.
La mujer rechazó con firmeza cada una de estas afirmaciones. "No existía ninguna amistad. Lo conocía de Planeta", declaró ante el tribunal. Negó haberle entregado una tarjeta, haber autorizado movimientos en su cuenta o haber usado jamás una página de apuestas. "Odio el juego. Me parece algo estúpido", afirmó.
Explicó que cuando el vendedor estuvo en su casa le dejó usar su tablet para completar la compra de unos libros y que, tiempo después, comenzaron a aparecer cargos extraños, "Me di cuenta tarde, desgraciadamente", lamentó.
Fue la empleada de hogar quien dio la voz de alarma a las hijas de la víctima al ver "algo raro pasaba" porque la mujer estaba recibiendo llamadas con un tono amenazante. Al revisar la cuenta, descubrieron una avalancha de movimientos y un saldo que no solo había desaparecido, sino que estaba en negativo. "Perdió todos sus ahorros", relató una de las hijas. "Cada vez que cobraba la pensión, desaparecía al instante".
En el juicio también declararon compañeros de trabajo, amigos y otros clientes del acusado cuyas cuentas fueron utilizadas como "puente" para parte de las operaciones.
La Fiscalía considera los hechos un delito continuado y agravado de estafa, con la circunstancia agravante de que la víctima es una persona especialmente vulnerable por su edad.
La abogada de la defensa pide la libre absolución argumentando que "no está acreditado que hubiera engaño" y que la Policía Nacional nunca investigó si los movimientos bancarios se realizaban desde los dispositivos electrónicos del acusado.
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