"Por lo menos hoy no tienes la cara destrozada": el testimonio de una doctora conduce a la detención de un vigués por violencia machista

En las últimas horas el Ministerio de Igualdad ha confirmado la muerte de dos mujeres más víctimas de violencia machista, lo que eleva la cifra a 44 en lo que va de año. Una cifra terrible que nos obliga a replantear un problema de primer orden, contra el que no existe solución inmediata y que provoca, por increíble que parezca, debates entre las fuerzas políticas sobre si realmente existe o no una verdadera crisis. En todo caso, sucesos como el ocurrido hoy en Vigo ayudan a redimensionar una cruda realidad que viven en silencio centenares de mujeres a diario. 

Recientemente tuvo lugar la detención de un hombre de 69 años, residente en la Calle Cuba de la ciudad olívica, como presunto autor de un delito de violencia de género. Los abusos contra su pareja, como pudieron constatar las autoridades, eran continuados desde hace años, tanto físicos como psicológicos, obligándola a hacer todas las tareas domésticas por el hecho de que, según él, "la mantenía", por lo que debía ocuparse de hacer la comida, mantener el domicilio limpio o planchar la ropa.

Agentes de la Policía Local llegaron al domicilio en el que convivían víctima y agresor después de que la hermana de la mujer, de 58 años, denunciase un posible episodio de violencia machista en el interior del inmueble. La pareja del detenido relató a las autoridades que llevaba 12 años con su pareja, sufriendo constantemente maltrato psíquico, con "insultos y vejaciones verbales". Los agentes contrastaron el relato con el de su hermana, que mantenía que la víctima no se atrevía a denunciar pese a llevar muchos meses siendo objeto de abusos. 

TESTIMONIO DE LA SANITARIA

Cuando R.F.V., el detenido, llegó al domicilio, aseguró a la policía que habían discutido y que él la mantenía. La mujer comenzó a ponerse muy nerviosa y a repetir que "ahora sí que la iban a matar". Ante el estado de fuerte alteración y agitación de la mujer, los agentes requirieron la presencia de personal médico.

A la llegada de la doctora, la sanitaria, "de forma espontánea y en presencia de los agentes", según apuntan las fuentes consultada, atendió a la mujer con la siguiente frase: "Por lo menos hoy no tienes la cara destrozada". Esta declaración confirmó las sospechas de los agentes de que las agresiones eran habituales en la relación y procedieron a detener al hombre como supuesto autor de un delito de violencia de género. Por un delito de lesiones, como puede ser este caso, la pena mínima es de dos años de prisión.