La verdad es que, en circunstancias normales, en una democracia parlamentaria, jamás daría yo ese consejo a nadie. Pero estamos en una situación especial, parecida al agotamiento de la primera Restauración Borbónica, y, paradójicamente, el votar en blanco, abstenerse o votar partidos pequeños, es lo más que podemos hacer nosotros, el pueblo, frente a la Casta. Así que déjenme decirles el por qué de este heterodoxo artículo.
Pues mire, llevamos un mes sin gobierno y, de momento, vamos tirando. Unos años atrás, Bélgica estuvo más de 500 días sin gobierno, batiendo probablemente todos los récords. En ese tiempo mejoró su economía y bajó el paro. Italia pasó décadas con gobiernos-desgobiernos muy italianos (cosa para mí buena), que nos hacían cuestionar a los visitantes si realmente el gobierno es tan necesario como dicen, pues el mundo seguía girando.