Por ahora, los contagios se mantienen perimetrados en unos pocos ejemplares en Cataluña. Las autoridades señalan que los jabalíes en los que se detectó la enfermedad podrían haberse contagiado al consumir comida contaminada en la basura, ya que es habitual verlos rebuscando en entornos urbanos y periurbanos.
Organismos de las tres comunidades buscan conjugar la explotación extensiva con el menor impacto posible en el entorno.