Tanto la Generalitat de Cataluña como la de Valencia mandaron en la tarde de ayer sendos avisos por la alerta roja meteorológica en las dos comunidades, con suspensión de las clases y actividades al aire libre en diferentes puntos. Hasta el momento, y aunque las precipitaciones han sido copiosas, no hay que lamentar víctimas mortales.
Hay incertidumbre sobre la virulencia del fenómeno meteorológico, que pasará por Azores como un huracán débil antes de seguir perdiendo fuerza y alcanzar las costas de Galicia y Portugal el domingo como borrasca o depresión tropical.