La enorme deuda del club con el banco de Estados Unidos y los compromisos asumidos para construír el Espai Barça implican que esta entidad tiene, en la práctica, la sartén por el mango.
El gigante bancario ofrece un crédito de 600 millones a cambio de ingresos por el futuro 'naming' del estadio. La oferta resulta muy tentadora para el club, que quiere empezar las obras del Espai Barça cuanto antes.