Ni siquiera durante las celebraciones del 4 de julio, el día más grande del año para los norteamericanos, la población estadounidense puede vivir ajena al drama que suponen las armas de fuego en la sociedad. Durante el desfile del Día de la Independencia, a las afueras de Chicago, Illinois, un tiroteo se ha cobrado la vida de, al menos, media docena de personas.