La imprudencia, según dicen los expertos, es el factor fundamental en muchos casos en los que las consecuencias pueden ser dramáticas para las víctimas de lesiones medulares y sus familias.
Según ha explicado el experto, la COVID-19 "es un virus poco activo en el agua", sobre todo en aguas de mar y de piscinas tratadas de forma adecuada.
Los socorristas gallegos tendrán un periodo de cuatro años más, hasta 2021, para adaptarse al decreto que los obliga a dotarse de un certificado de profesionalidad.
Uno de cada seis ahogamientos de toda España se produce en Galicia. Las piscinas, con usuarios todo el año, pero que cuentan con socorristas, registran sólo el 6% de los fallecidos.