El avance de las energías renovables en el país todavía no basta, ni de lejos, para satisfacer nuestra demanda de energía primaria. Galicia sigue dependiendo sobre todo de las importaciones de gas natural y petróleo, no tan contaminantes como las centrales térmicas de carbón recién desmanteladas hace poco pero mucho más nocivas que la eólica. La clave para dejar de ser una fábrica de cambio climático pasa, según Greenpeace, por consumir menos y producir más electricidad de fuentes renovables. Por lo tanto, ¿qué hay de cierto en el mito de que en Galicia hay demasiados parques eólicos?
La CIG impulsó la iniciativa en 2015, que recibió más de 17.000 firmas y el apoyo de concellos y diputaciones.
Remacha que supondrá que el País Vasco "aporte menos fondos a la caja común" y da por hecho que no supondrá recortes en las cuantías consignadas inicialmente en los PGE para Galicia.