El nuevo sistema ha sido más garantista, demasiado para algunos. El voto emigrante se ha desplomado desde que hay que rogar el voto. En las últimas elecciones, no llegó ni a un 3%. De ahí el empeño en reformalo, algo que puede cambiar el resultado de los comicios municipales en docenas de ayuntamientos gallegos el próximo año e, incluso, acabar siendo determinante en unas elecciones autonómicas.
Esta fue la primera campaña en la historia reciente de la autonomía gallega que ningún candidato a presidencia cruza el Atlántico. ¿El motivo? La pequeñísima participación de la numerosa diaspora gallega, lastrada por el voto rogado y las cuarentenas en Buenos Aires y otras urbes sudamericanas.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, recibirá esta semana al candidato socialista a presidir la Xunta de Galicia.