La FEGADACE denuncia la “falta de coordinación” en el Día Mundial del Ictus

Un estudio de la Federación Galega de Dano Cerebral revela deficiencias en la coordinación de los servicios sanitarios y del ámbito social para atender a las personas afectadas por un daño cerebral adquirido.

Una sesión de rehabilitación

Un informe de la Federación Galega de Dano Cerebral (FEGADACE) revela que para el 78% de las personas afectadas por un ictus el principal obstáculo con el que se enfrentaron para acceder al proceso de rehabilitación fue el desconocimiento o la falta de información, provocado por las falta de coordinación de los servicios sanitarios y del ámbito social. Además, el 31% también se queja de los trámites burocráticos para acceder a ese servicio y un 13% señala a las barreras económicas como un factor diferencial.

Así lo denuncia FEGADACE en la celebración del ‘Día Mundial del Ictus’. El estudio también se hace eco de que el 85% de las personas dadas de alta por un ictus alegan que no recibieron información sobre el servicio de trabajo social de su municipio, evidenciando la falta de disponibilidad de información en los hospitales sobre las necesidades sociales.

El estudio se ha desarrollado con la intención no solo de determinar el conocimiento que la población afectada por un ictus tiene sobre su enfermedad, sino también medir la cobertura de las necesidades del colectivo de personas con daño cerebral adquirido, siendo el ictus la enfermedad que provoca el daño cerebral adquirido en la mayoría de casos. En el estudio, además de FEGADACE, colaboró la Sociedad Gallega de Neurología y se contó con el apoyo de la Fundación Barrié y la Fundación Roviralta.

Las principales conclusiones del estudio son relativas a la desorientación y falta de información que sufren muchos pacientes y familias con respecto a la enfermedad, consecuencias y perspectivas de recuperación. Así, la plataforma denuncia que la rehabilitación se centra en el daño físico “obviando los daños cognitivos, picologicos y emocionales, fundamentales en la recuperación”, señala el comunicado, donde se relatan las “enormes carencias” de la atención después de la hospitalización. Como ejemplo, al 45% de las personas del estudio que sufrieron un ictus no se les recomendó un proceso de rehabilitación.

El estudio también hace hincapié en que, aunque el servicio de urgencias funciona de forma satisfactoria, la rehabilitación es tardía, cuando debería ser inmediato y que en caso de y que en varios casos los pacientes no tuvieron acceso a los servicios de rehabilitación necesarios. Del mismo modo, señalan “la urgente necesidad de contratar más personal en las áreas de rehabilitación”.

Por otro lado, los encuestados muestran un alto grado de satisfacción en lo referido a su estancia y atención en el hospital, y también se muestra un alto grado de conocimiento de la enfermedad por parte de los pacientes, lo que beneficia la rápida identificación de la dolencia y en muchos casos puede ser un factor decisivo a la hora de minimizar las consecuencias de la enfermedad.