​La escasez de material de la Xunta obliga a los concellos a fabricar sus propias mascarillas contra el coronavirus

Ayuntamientos como el de O Grove han hecho público su enfado y su decepción después de recibir los primeros envíos de material sanitario del Gobierno de Galicia. El alcalde, José Antonio Cacabelos, tachó al material de “escaso” y de “muy mala calidad”. 

“Mascarillas rotas, caducadas e incluso guantes no estériles o de uso para peluquería", lamentaban ayer desde el municipio pontevedrés, afirmando que parte de ese material “ni siquiera lo podemos utilizar”. Para sobreponerse a esta dificultad, algunos gobiernos locales han tirado de ingenio. Es el caso del Concello de A Pobra do Caramiñal, que ha iniciado la fabricación de su propio material de protección, que distribuye entre el centro de salud del municipio y el Hospital do Barbanza.

A Pobra do Caramiñal ha empezado a fabricar y distribuir su propio material protector

Desde el gobierno municipal aseguran a Galiciapress que, por el momento y al igual que ocurre en O Grove, el material que han recibido desde la Xunta “no es mucho”, aunque esperan “recibir más” en los próximos días.

En cambio, para combatir a la epidemia, en el municipio barbanzano han puesto a funcionar las máquinas del laboratorio de fabricación digital. Este fab lab, el segundo de toda Galicia y abierto hace apenas unas semanas, cuenta con herramientas punteras como impresoras 3D y máquinas de corte láser, además de 13 portátiles, una mesa de mezclas o una pantalla interactiva.

Protectores fabricados en el fab lab pobrense

En estos días, la tecnología de la Casa da Mocidade se ha convertido en el mejor amigo de los sanitarios, que ya han recibido en torno a una veintena de protectores made in A Pobra, mientras en el consistorio esperan a recibir la tan anunciada ayuda del Gobierno autonómico. Hasta entonces, toca apostar por material local que seguro envidian al otro lado de la ría.  

Con esta iniciativa, el de A Pobra do Caramiñal se une a la lista de concellos que se han puesto manos a la obra para combatir esta crisis. Una medida idéntica a la que tomó el Concello de Ourense, que también se puso a producir material con impresoras 3D del Centro de Conocimiento de La Molinera. No obstante, el material del municipio auriense está destinado, en un prinicipio, a la ciudadanía que lo solicite.