¿Cuántos enfermos de coronavirus hay?

Cuando escuchamos que se están tomando medidas para atender todas las llamadas telefónicas cuyos autores sospechan que pueden tener  coronavirus, a más de uno se le queda cara de tonto/a, si tenemos en cuenta que algunas personas llevan más de una semana llamando, les toman nota y después se hace el silencio de los facultativos que tienen que contactar con los enfermos para tranquilizarlos, o invitarles a que vayan a un hospital. No es un hecho puntual, se está dando cada día, para desesperación de la ciudadanía.

Quizás por ese hecho de no atender las llamadas, no me creo los datos de contagiados y fallecidos que están dando las autoridades catalanas, que es la comunidad donde vivo. Del resto de España no puedo opinar, me faltan datos.

Estoy convencida de que, si cada día atendieran las llamadas, el número de infectados subiría como la espuma, no por alarmar, es la triste realidad que hace desconfiar de los datos oficiales. Lo mismo está sucediendo con las personas fallecidas cuyos cuerpos comienzan a amontonarse ¿dónde? Mientras las empresas funerarias están haciendo el gran negocio con aquellas familias que no tienen contratado un seguro de defunción. En cualquier situación de desgracia siempre hay quien hace negocio, no todos, hay que aclararlo, pero sí que hay espabilados con las desgracias ajenas.

Tenemos noticias de que en el hospital de Viladecans, que atiende a poblaciones del propio municipio más Gavá, Castelldefels, Begas y Sant Climent, en los últimos días, el número de fallecidos es de entre 9 y 10 diarios. No se dan esas cifras oficiales, pero sabemos que el personal que trabaja en el centro sanitario está asustado y nervioso, y se ve impotente. Cada día cunde el desánimo entre ellos ante la situación desesperante, como la califican. Algo habrá que hacer, no se puede seguir por este camino, la depresión está haciendo mella también, por mucho que los profesionales intenten reponerse de los acontecimientos y por muy profesionales que sean, nadie lo pone en duda. Necesitan más material, más recursos humanos.

Para que las urgencias no se sigan colapsando como ya lo están, sería bueno que, de una vez, las llamadas telefónicas de la ciudadanía sean contestadas por los médicos. Sería lo mejor que podría suceder si lo que se quiere es tranquilizarlos; lo demás es poner parches y sembrar las dudas entre todos. Siete días para que les devuelvan la llamada a los enfermos y aun no se ha producido, es realmente alucinante y sugiere ¿cuántos enfermos realmente hay y no están contabilizados? ¿Cuántos de estos podrán sobrevivir al bicho? ¿Entrarán en las estadísticas? Son muchas las preguntas que se hacen los que están cansados de llamar sin que sus peticiones sean atendidas. Menos burocracia y más efectividad a la hora de contratar personal y darle entrada a todos aquellos voluntarios que están esperando a ser llamados para contribuir en la mejora de los servicios.

¿Cuántos enfermos de coronavirus hay realmente? Esa es la pregunta que nos hacemos todos.