​El Celta navega entre la solidaridad y la indisciplina durante el confinamiento

Las muestras de solidaridad demostradas por el club celeste y parte de la plantilla chocan con los casos de Sisto y Smolov, fugados a Dinamarca y Rusia durante la cuarentena.

En Balaídos no saben muy bien a qué agarrarse. A pesar de las muchas muestras de solidaridad ofrecidas desde el Celta de Vigo, el club olívico está siendo noticia en este estado de alarma por la indisciplina de algunos de sus jugadores. Desde A Sede han puesto a disposición de las autoridades sanitarias sus instalaciones en caso de necesitarlas, además de material de diverso tipo. Otros, como Denis Suárez, han hecho donaciones para luchar contra la pandemia. No obstante, son otros los que ocupan las portadas de los diarios por sus espantadas: el primero fue Sisto, y ahora lo ha seguido Smolov.

El extremo danés fue el primero en saltarse el confinamiento y huir en coche desde Vigo hasta Dinamarca en un viaje que sorprendió a propios y extraños y que suma una excentricidad más a la larga lista de extrañezas del jugador celtiña.

Por otro lado, hace unos días Smolov siguió los pasos de su compañero de vestuario, aunque en su caso hizo uso de un avión privado para volar hasta Rusia. Ninguno de ellos tenía permiso del club para abandonar la ciudad y muchas son las voces que piden una sanción ejemplar por parte de la directiva del Celta.  

Tanto en el caso del danés como en el del ruso, los jugadores reconocieron que estaban viviendo una situación muy difícil, aislados, lejos de su país y su familia. El delantero reconoció que en Vigo llegó a jugar 12 horas al día a la videoconsola y que había pedido al club en varias ocasiones que lo liberasen del confinamiento para regresar a Rusia, una libertad que no puede autorizar el Celta, sino La Liga. Además, recalca que “informó de sus pasos en todo momento” a la entidad viguesa.