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Los gallegos podrán ver el riesgo de coronavirus en su zona con un nuevo mapa de la Universidad de Santiago
Una cartografía de riesgo, coordinada por el profesor de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) Ángel Miramontes, permitirá conocer dónde se localizan los principales focos de contagio por COVID-19, con qué factores territoriales están relacionados y cuáles son los espacios de actuación clave para frenar su propagación.
"Este mapa actualizable permitirá realizar un diagnóstico sobre el comportamiento espacial del contagio, y a su vez, seleccionar los espacios más necesitados de aplicar medidas anti-propagación", detalla el geógrafo Ángel Miramontes Carballada.
El profesor Ángel Miramontes
SABER DÓNDE HAY MÁS RIESGO
De ello ha informado la USC en un comunicado, en el que explica que el convenio de colaboración firmado este jueves con la Axencia Galega de Innovación (GAIN), por importe de 71.174 euros, favorecerá el análisis del comportamiento espacial de propagación de la COVID-19 en Galicia.En concreto, la labor de apoyo científico y técnico se concretará en la elaboración de una cartografía de la localización espacial de los afectados en las ciudades gallegas. Este mapa actualizable, permitirá realizar un diagnóstico sobre el comportamiento espacial del contagio y, a su vez, seleccionar los espacios más necesitados de aplicar medidas anti-propagación, tal y como explica el profesor Miramontes.
Siguiendo la misma metodología, se realizará la cartografía correspondiente a las cabeceras comarcas y entidades de población de las áreas rurales.
La memoria técnica del proyecto titulado 'Xeración de cartografía de risco da COVID-19 nos espazos urbanos e rurais de Galicia' ha sido realizada por el profesor Miramontes y ha contado con la colaboración del catedrático de Geografía de la USC y coordinador del grupode investigación de Análise Territorial (ANTE), Rubén C. Lois González.
Esta cartografía es uno de los ocho proyectos concedidos por la GAIN en el marco de la convocatoria publicada a finales de marzo para impulsar actividades de I+D+i que puedan ser transferibles al sector de la salud, comercio o industria ante la situación de emergencia derivada de la pandemia del coronavirus.
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