El Celta de Vigo cierra un verano sin grandes fichajes y con deberes todavía por hacer
Pese a que Óscar García dio unas pautas a la dirección del club de cara al mercado veraniego, muchas de los deseos del técnico no se han cumplido.
Pese a que Óscar García dio unas pautas a la dirección del club de cara al mercado veraniego, muchas de los deseos del técnico no se han cumplido.
Álvaro Vadillo deja el Celta sin llegar a debutar en partido oficial
El último día del mercado de fichajes se ha vivido con agitación y mucho trabajo en las oficinas del Celta de Vigo, como viene siendo habitual cuando el reloj está a punto de dar las doce y los clubes se ven obligados a echar la persiana. Sin embargo, al contrario que otros años, en esta ocasión el Celta no ha encontrado ninguna ganga de última hora y de hecho las campanadas han sonado en Balaídos en un club que cuenta con una plantilla más corta de lo esperado, sobre todo para Óscar García.
PORTERÍA
Por las circunstancias tal vez la posición en la que hacía falta un refuerzo de forma más urgente. Con Rubén Blanco y Sergio Álvarez en el dique seco hasta finales de año en el mejor de los casos –el guardameta de Catoira podría permanecer inédito lo que resta de curso–, el arco celtiña estaba necesitado de un refuerzo, ya que solo Iván Villar se encuentra disponible en estos momentos y apenas cuenta con recorrido en la élite.
Óscar García insistió a la dirección deportiva que era una demarcación que necesitaba blindar, pero desde la cúpula del club vigués consideraron que era más urgente realizar inversiones en otras parcelas. De hecho, Diego Mariño parecía atado a principios de verano, pero finalmente el cancerbero olívico permanece en el Sporting de Gijón y el Celta sin nuevo inquilino para su meta.
DEFENSA
En la defensa es donde quedaron más deberes por hacer, ya que no se encontró hueco a Jorge Sáenz ni a David Costas, jugadores que no cuentan para el adiestrador del Celta. Además, Juncá tenía alguna opción de salir para intentar aligerar la masa salarial del club, pero la falta de opciones atractivas han imposibilitado su salida.
CENTRO DEL CAMPO
Hasta el último día de mercado permaneció abierta la puerta de Rafinha, pero la irrupción del PSG dejó al Celta en la estacada. El hispanobrasileño se marchó a París en un acuerdo que se cerró muy lejos de los 16 millones que ansiaba el Barcelona y que hicieron imposible las negociaciones entre los azulgranas y el Celta.
Ya en los últimos coletazos del mercado se barajó la opción de repescar a Bradaric después del buen rendimiento que ofreció el curso pasado, si bien batallar por el regreso del croata nunca fue una opción real salvo una sorpresa de última hora, como la salida de Okay, que no llegó a producirse pese al interés del Galatasaray.
El que sí hizo las maletas y sin llegar a debutar fue Álvaro Vadillo, un fichaje rodeado de misterio porque pese a llegar gratis a Balaídos su contratación no parecía convencer a nadie, y finalmente ha acabo enrolándose en el Espanyol en calidad de cedido, pero con una opción de compra obligatoria en caso de ascenso del club perico.
DELANTERA
Con la de portero, el puesto de nueve era el más socorrido desde el staff técnico para contratar un ariete capaz de remplazar o competir con Iago Aspas. Desde la marcha de Smolov, en A Sede se han movido para intentar contratar a un delantero centro que pudiese luchar por la titularidad, pero aunque se intentó traer a Carlos Fernández, las pretensiones del Sevilla hicieron imposible la contratación. Lo mismo ocurrió con Loren, al que se ofreció llegar a Vigo por medio de una cesión, pero el Betis no aceptó las condiciones propuestas.
Ahora solo Aspas y Santi Mina, que no parece encajar en los esquemas del técnico celeste, parecen capacitados para hacer las funciones de punta. Además, Óscar tampoco puede tirar de Gabriel Fernández, cedido al Real Zaragoza, por lo que en caso de lesión será el canterano Iker Losada el que presumiblemente tenga la oportunidad de pelear por un hueco.
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