Un laberinto de obras recibe a los peregrinos en Santiago en pleno Xacobeo debido a medio año de atraso
Llevamos cinco meses de Xacobeo y más de una semana sin estado de alarma. Los peregrinos que empiezan a confluir en Santiago y lo tienen que hacer esquivando una maraña de zanjas, conos, cintas, conductores confusos y otros elementos derivados de las obras de la Avenida de Lugo.
Llevamos cinco meses de Xacobeo y más de una semana sin estado de alarma. Los peregrinos que empiezan a confluir en Santiago y lo tienen que hacer esquivando una maraña de zanjas, conos, cintas, conductores confusos y otros elementos derivados de las obras de la Avenida de Lugo.
Labores en el cruce de Concheiros que, en su día, la Xunta presentó precisamente como solución para el tránsito peonil en la entrada principal Camino de Santiago en la urbe de cara al Año Santo.
Peatones cruzando entre las obras de la Avenida de Lugo en Concheiros
Consultada por Galiciapress, la Consellería de Infraestructuras reconoce el atraso. "Efectivamente, las obras se extendieron más de lo previsto por dos cuestiones fundamentales", argumentan desde el Gobierno.
El motivo más obvio e imprevisible es, logicamente, la pandemia. Al menos en "dos momentos distintos" las cuadrilla tuviertuvo on que reducir su ritmo "como consecuecnia de positivos o cuarentenas de los trabajadores". A estos parones particulares hay que añadir el parón general de las dos semanas que duró el confinamiento estricto.
La segunda justificación que esgrimen desde San Caetano parece, en principio, más evitable con una correcta planificación y mejor coordinación entre administración. "El motivo más importante fue la necesidad de emprender trabajos imprevistos de reposición de servicios urbanos: abastecimiento, saneamiento y aguas pluviales". Vamos, que la obra supuso levantar más tuberías de las que se estimó al principio.
EN OBRAS HASTA EL VERANO, COMO PRONTO
Sea por lo que fuere, lo cierto es que la Xunta sacó las obras con un pliego en el que especificaba un plazo improrrogable de un año para su ejecución según se puede comprobar en la Plataforma de Contratación. El último trámite, la firma del acto de comprobación de replanteo, fue el 27 de diciembre de 2019. Las obras están, por lo tanto, a punto de cumplir cinco meses de atraso.
Demora que se prorrogará, al menos, unos meses más. "El plazo de ejecución de las obras, está previsto que el final de las mismas sea en verano", indica la Consellería.
CONTAMINACIÓN FECAL
Infraestructuras insiste en que la principal causa del atraso fueron los trabajos no previstos inicialmente, como, por ejemplo, la instalación de un tanque inflitración -ya terminado- y un nuevo colector de pluviales de 400 metros después de encontrar "contaminación fecal en la red de pluviales existente".
La Xunta señala que estas mejoras no estaban previstas pero "desde el Ayuntamiento se solicitó su ejecución para no tener que levantar el pavimento en el futuro". La consellería estima en 300.000 euros el coste añadido. El concurso se adjudicó por 2,72 millones de euros. Es decir, la obra lleva un sobrecoste de, aproximadamente, un 11%.
"Estas obras subterráneas han sido finalizadas y las obras avanzan rápidamente en lo que a pavimentos se refiere. Según las previsiones presentadas por el contratista, estará en condiciones de terminar la obra en verano", indican los portavoces oficiales citando la información que llega de la Ute Xestión Ambiental de Constratas S.L.-Construcciones y Servicios Orega S.L.
Cumplir ese plazo no es baladí para la ciudad, duramente golpeada por la casi desaparición del turismo por el coronavirus. Las noticias de una progresiva normalización de la vida en exterioresatraerán a miles de peregrinos al Camino Inglés este verano. La carta de presentación de Santiago pare recibirlos, su entrada en el núcleo urbano, es actualmente muy mejorable.
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