​(VÍDEO) Iago Aspas, ejemplo dentro y fuera de campo, se queda en cueros para contentar a unos niños

El gesto del delantero celeste se ha viralizado en redes sociales, dando ejemplo del trato y la tención que un deportista de élite debe prestar a los aficionados más pequeños. 

No cuesta nada, la verdad. A veces es solo cuestión de arrimarse a la salida del bus a firmar un par de camisetas. Otras ni eso, solo hace falta responder con la mano y una sonrisa al saludo de los niños que te aclaman. Los futbolistas, muchos en su burbuja, olvidan que años atrás eran ellos los que aguardaban al otro lado de la valla, esperando a ver a sus ídolos y lograr su rúbrica en la camiseta. La mayoría de las veces pasan de largo y dejan a los niños y niñas planchados y desilusionados.

Los más pequeños, a los que más hay que cuidar porque son los que hacen el fútbol como es y crean afición, son a veces los grandes olvidados. Por eso, imágenes como las que dejó este fin de semana Iago Aspas en San Mamés, engrandecen todavía más la figura del moañés, internacional con España, uno de los máximos artilleros del fútbol nacional y buque insignia del Celta de Vigo.

Un grupo de jóvenes esperaban con pancartas al delantero una vez acabado el encuentro. Con el estadio prácticamente vacío, Iago se acercó a saludar a los pequeños hinchas que esperaban por el diez. Ya sin la camiseta del Celta, que seguramente intercambió con algún rival, Aspas se disculpó primero por no tener una elástica alternativa para entregarle a los muchachos. A cambio, ofreció su pantalón, que un pequeño aceptó con entusiasmo y que dejó al ariete semidesnudo.

Firmar la prenda, con más trabajo del esperado por el casi indeletreable nombre del pequeño Zuhaitz -“Era difícil el nombre, ¿eh?”, comentaba Aspas, divertido-, e inmortalizar el encuentro con un par de fotos. Iago se comportó como un grande, como deberían hacer todos, al menos con los aficionados más jóvenes, aquellos que presumirán en el patio de su trofeo y que guardarán ese recuerdo con mucho cariño.

Cabe destacar que Aspas no era el único futbolista poniendo de su parte, ya que en las imágenes también se puede ver a Murillo firmando autógrafos a aficionados situados encima del banquillo.

Quién sabe. Tal vez un día Zuhaitz ascienda de Lezama al primer equipo del Athletic Club de Bilbao. A lo mejor un día es a Zuhaitz al que le piden fotos y autógrafos, y entonces tome la lección del ‘Principe de las bateas’. Grande Iago, ejemplo dentro y fuera de la cancha.