LA CUP HA CUMPLIDO SU PALABRA

La CUP ha dicho que no dará su voto a Mas para ser elegido de nuevo presidente de la Generalitat. Ha sido coherente con lo que siempre ha venido diciendo, desde el primer momento, aunque haya una parte de ella que quería lo contrario. 

La división está servida, Mas es un personaje político gafe, lo he dicho en varios artículos, no lo voy a repetir, pero solo hay que mirar que todo lo que ha tocado, lo ha dividido, lo ha roto o ha salido mal. Es el coste que tienen que pagar por su coherencia la CUP. Lo otro, es sumisión, engaño y traición o se acerca más a aquello que decía Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros”. Que podría decir tranquilamente David Fernández, pero no tiene la altura, ni el humor del maestro.

El gran amigo de Fernández, el marinero de secano, pese a ponerse de rodillas y de cambiar su ideología, de cargarse su partido con la ayuda del clan Pujol y compañía, se va a quedar más solo que la una afrontando lo que le venga de la justicia y sin ser aforado o ¿piensa presentarse a las nuevas elecciones que el va a convocar? Creo que no, no lo van a dejar y si lo hace, va a perderlas.

La marcha de la alcaldía de Sant Vicenç del Hors de Oriol Junqueras ya significaba alguna cosa, amén de traicionar a los ciudadanos que allí lo votaron; se estaba preparando para ser el candidato sustituto de Mas por Junts pel Si, o el candidato de ERC en las elecciones de Marzo. La coalición no se va a repetir y Carmen Forcadell va a ser la presidenta del Parlament más breve de la historia. ¿Qué va a pasar con el resto de independientes que han ido en la lista, empezando por Romeva? ¿Los recoge ERC o el próximo partido que salga de las cenizas de CDC? No es un tema menor, con un encaje complicado.

La convocatoria de elecciones debe hacerse la próxima semana, a no ser que dos diputados de la CUP, que como ya está rota, hagan el salto al vacío en pro de “la República Catalana”. Todo es posible y nada es descartable hasta el día que se firme la convocatoria de nuevos comicios.

Decía no sé quien que “de marzo a la mitad, la golondrina viene y el tordo se va”.