#Claves de la semana

El divorcio: un fenómeno que no ha dejado de evolucionar

En el mundo occidental, el divorcio puede causar a lo sumo una razón de chisme entre los amigos, pero se tiene la libertad de dejar una relación y continuar con la búsqueda de ese “indicado”.


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Estadísticamente, para muchos, puede costar bastante tiempo encontrar a la persona “indicada”. Hace unos años, la mención del divorcio era un tópico vetado e incluso un escándalo, hoy en día, por el contrario, el divorcio representa una salida para aquellas relaciones que no están funcionando, incluso se pueden planificar acuerdos de separación antes de dar “el gran Sí”. En el mundo occidental, el divorcio puede causar a lo sumo una razón de chisme entre los amigos, pero se tiene la libertad de dejar una relación y continuar con la búsqueda de ese “indicado”.


El departamento de Demografía y Estadísticas de División Social de las Naciones Unidas mantiene un control de las cifras de matrimonios y divorcios en cada país, y las estadísticas demuestran que ciertas nacionalidades son más propensas a divorciarse que otras. España, en concreto, es registrada como uno de los países con mayor tasa de divorcio (65% en 2014). Al ser una nación que históricamente ha sido conocida por sus estrechos vínculos con la Iglesia Católica, puede ser sorprendente ver cómo el divorcio se ha vuelto una práctica muy común dentro del país. Socialmente, parece estar alejándose de su herencia religiosa y, desde que el divorcio fuera legalizado en 1981, las cifras de parejas que se han separado han ido en aumento.


Desde 2005, cuando se reformó la ley de divorcios en España, se ha visto un aumento significativo en el número de matrimonios que terminan, pero el pasado católico del país nos puede arrojar una pista para dar con una respuesta a este fenómeno: al igual que muchos países europeos, las tasas de matrimonios han caído, como también lo han hecho las tasas de asistencia a los servicios eclesiásticos. Esto indica que el catolicismo se ha convertido más en una identidad cultural que en una práctica religiosa, por lo que los españoles no tienen ningún reparo en pasar a un enfoque más secular.


Los problemas financieros que ha sufrido el país en los últimos años también se han citado como una razón más para la desintegración de matrimonios en el país.


El fenómeno del divorcio no es una variable que ha escalado sólo dentro de España, el Instituto de Política Familiar a detectado en sus estadísticas un aumento dentro de toda la Comunidad Europea.


A continuación detallaremos una lista de cuáles son los problemas más frecuentes que ocasionan la separación definitiva de parejas casadas:


  • 1.Casarse por las razones equivocadas: Casarse por dinero, por interés o por costumbre, solo por nombrar algunas razones equivocadas para contraer matrimonio, representan un ticket express hacia el divorcio. Gran número de matrimonios se concretan hoy en día porque alguno de los miembros de la pareja piensa que eso es lo que “se debe hacer” y esto, por lo general finaliza en un divorcio. Muchas mujeres que se divorcian hoy en día afirman que, desde el principio, dieron el paso por razones equivocadas. Frases como “Ya habíamos gastado mucho dinero en la boda” o “teníamos lista la casa de nuestros sueños” son muy comunes. Pero es importante tomar en cuenta que antes de decir Sí, es muy posible decir -mejor no-.
  • 2.Falta de individualidad y espacio personal: Una relación co-dependiente no es saludable. Cuando uno de los integrantes de la pareja no tiene sus propios intereses o la posibilidad de expresarse como individuo fuera del dúo matrimonial, la pareja se convierte en un espacio viciado. Este tipo de relación hace que la pareja se sienta en un foso, como si se estuvieran ahogando sin entender porqué.
  • 3.Perderse en los roles: Como muchas parejas olvidan su individualidad cuando se casan, cuando se agregan niños a la ecuación, muchos padres, pronto aíslan u olvidan por completo que ellos son una pareja. Los matrimonios se hunden tanto en los roles que tienden a olvidar incluso porqué se casaron en primer lugar, ya que en el momento presente no comparten ningún interés.
  • 4.No compartir las mismas visiones de éxito: “Todo ha cambiado desde que nos casamos” Probablemente esto no sea cierto. Probablemente el problema sea que desde el principio hubo muchas cosas que no quedaron claras o que decidieron ignorar. A veces cosas sencillas como no compartir los mismos gustos sobre las vacaciones o sobre la comida o aspectos más complejos como los roles que debe desempeñar cada uno dentro del hogar o cómo se debe administrar el dinero, son causa de divorcio seguras.
  • 5.Dificultad a la hora de resolver conflictos: Todas las parejas tienen malentendidos. La clave está en desarrollar reglas sólidas de modo que cada miembro se sienta respetado y escuchado. A veces es necesario incluir a un tercero para ayudar a definir esas reglas y que enseñe como avanzar a través de las emociones y resentimientos.

Ciertamente, el divorcio es una realidad a la que muchas parejas tienen que enfrentarse, cuando no hay otra posibilidad o la decisión ha sido firmemente tomada, es importante hacer del proceso lo más llevadero y grato posible para ambos, y mucho más cuando hay niños de por medio. Hay escritorios jurídicos con abogados especializados en divorcio que pueden ayudar a la pareja con todos los aspectos legales de una separación. Además de asesoría legal, es positivo pensar en la posibilidad de pedir ayuda a un terapista que acompañe a la familia durante el proceso de separación.  

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