​Problemas de seguridad en la unidad de psiquiatría del Nicolás Peña

Los trabajadores de la antigua unidad residencial del Hospital psiquiátrico Rebullón no se sienten seguros en su nuevo centro de trabajo, ubicado desde hace unos meses en el Hospital Nicolás Peña. Denuncian una situación de aislamiento que pone en riesgo su integridad y la de los propios pacientes, agravada por la escasez de personal. 

En concreto, los trabajadores de esta unidad desempeñan su actividad en la 5ª planta del Nicolás Peña, donde están ingresados 17 pacientes (doce hombres y 5 mujeres) con una edad media de unos 45 años.

El número de trabajadores y de pacientes no ha variado, es su situación de aislamiento la que les hace sentirse inseguros. Aseguran, por ejemplo, que nadie les oiría gritar si surge algún problema, como una probable disputa entre pacientes. 

La única solución que tienen los trabajadores si necesitan ayuda es recorrer el largo corredor que les separa de la unidad más próxima, con dos puertas de acero con combinación y doble bloque de ascensores en su camino. La otra opción es llamar por teléfono desde su zona privada, apenas protegida por un  “pestillo ridículo”.

La situación se agrava durante el turno de noche, cuando en la unidad sólo permanece un auxiliar. Si un paciente enferma, todos los demás quedan desatendidos. Si hay un problema, debe afrontarlo en solitario. Por eso los trabajadores reclaman que se cubra este turno con otro miembro de personal, además de que se solucionen los problemas de seguridad.