​Desarticulada una organización que explotaba a más de 40 mujeres en prostíbulos de Lugo y Pontevedra

La Guardia Civil ha informado de la desarticulación de una organización dedicada a la explotación de mujeres en prostíbulos de Lugo y Pontevedra. La trama, en la que están encausadas 32 personas, explotaba a más de 40 víctimas, la mayor parte de ellas de origen sudamericano.

La Operación Glam se inició en el año 2013 a instancias del Juzgado de Instrucción Número 1 de Lugo y en el marco de las investigaciones han sido identificadas hasta 32 personas, la mayoría gallegos de entre 35 y 60 años que estaban implicados en la explotación sexual de estas mujeres en clubes de Lugo y O Porriño (Pontevedra), así como en el blanqueo de capitales derivados de esta actividad.

Los siete principales investigados fueron detenidos en un operativo simultáneo ocurrido en verano de 2014 en locales de alterne de Lugo y O Porriño. A raíz de los mismos se realizaron seis registros domiciliarios, en los que se intervinieron teléfonos móviles, dinero en efectivo y abundante documentación. El análisis de esta documentación, que ha llevado un proceso de casi dos años, ha permitido a los investigadores esclarecer el 'modus operandi' de la organización e identificar a más implicados.

SIN ARRAIGO FAMILIAR

Según la Guardia Civil, las víctimas eran captadas de diversos entornos, bien directamente o bien por mediación de personas que se identificaban como representantes artísticos y ofrecían trabajos como bailarinas. Los captadores empleaban unas "estrictas pautas de selección", mostrando su preferencia por mujeres sudamericanas, en situación regular, "pero siempre sin arraigo familiar y sin recursos económicos".

"Desde el primer momento, los investigados se encargaban de ir generando unas condiciones de superioridad y dependencia aprovechando la necesidad económica de las víctimas, llevando un férreo control sobre ellas e imponiéndoles unas condiciones laborales abusivas, llegando incluso a relevarlas o a sancionarlas económicamente si no daban el rendimiento sexual que se les exigía", apunta la Guardia Civil. La investigación ha identificado a más de 40 víctimas de estas prácticas.

Los "cuantiosos" beneficios económicos obtenidos de la explotación de la prostitución "se llevaban escrupulosamente registrados en una contabilidad paralela a la oficial". Así, y con el fin de dar una "apariencia legal" a sus actividades, la organización "desarrolló un entramado empresarial de sociedades y personas interpuestas, figurando testaferros como socios, partícipes, administradores, fiadores o autorizados en cuentas bancarias".

Del análisis del entramado financiero se pudo observar como el capital era empleado para la realización de "inversiones inmobiliarias y aperturas de nuevos negocios", identificando a 25 nuevos responsables de estas conductas económicas ilícitas y descubriendo un total de seis viviendas, cuatro barcos, once vehículos y cuarenta y ocho fincas como bienes procedentes de blanqueo de capitales.

De los informes patrimoniales realizados, los investigadores estiman que las deudas generadas a las distintas administraciones y organismos oficiales rondarían los 400.000 euros, ascendiendo el beneficio económico obtenido por la organización a más de un millón de euros.