La disolución de ETA puede no alargarse más allá del verano
La banda terrorista está abocada a desaparecer tras la entrega de las armas y con más de 300 presos cumpliendo condenas en prisión.
ETA se encaminará, a partir del desarme, hacia su disolución, en un proceso que podría completarse para el próximo verano, y en el que la opinión de los más de 300 presos que todavía cumplen prisión en las cárceles será decisiva. De esta forma, la banda podría desaparecer tras casi 60 años de existencia durante los que ha asesinado a más de 800 personas y secuestrado a alrededor de un centenar.
Según han informado a Europa Press fuentes conocedoras del proceso de reflexión, aunque hasta hace poco la banda se negaba a desaparecer mientras hubiera reclusos internos en centros penitenciarios, ahora ha asumido que tiene que proceder a su disolución, algo que se prevé que finalice con una Asamblea que no se prolongaría más allá del verano.
Éste era un paso buscado por la izquierda abertzale desde que decidiera seguir su trayectoria con la apuesta por las vías "exclusivamente políticas y democráticas" que recogió en la resolución 'Zutik Euskal Herria' y que se hizo pública en febrero de 2010, tras un debate interno.
Este compromiso "con el uso de vías y medios exclusivamente políticos y democráticos" ya lo anunció en el año 2004 con la declaración de Anoeta, que precedió a la tregua decretada por ETA en marzo de 2006, rota en diciembre de ese mismo año.
La vía emprendida por Sortu es respaldada por la mayoría de la izquierda abertzale y de los propios presos de ETA, algunos de los cuales han asumido que tendrán que enfrentarse a largas condenas.
Sigue leyendo esta información en Pressdigital.
Escribe tu comentario