Las cosas están mal, pero se pueden poner peor

El primer paso político pasará por la elección de la Mesa del Parlament

Estamos en la recta final de este nefasto 2017, donde la política o quizás la ausencia de esta ha dinamitado por los aires la convivencia ahondando más en la ruptura social y en una clara división, en dos bandos,  entre los propios catalanes, situación que tardará unas cuantas generaciones en aunar tolerancia, dialogo e inclusión. Pero está siendo una de las consecuencias, no ha sido la única, la economía ha sufrido un duro varapalo, cuyos efectos están aún por llegar, sin que tenga visos de solución en el próximo año.

Los resultados electorales del pasado 21D no han traído esperanzas de una posible solución, con un gobierno que piense en la ciudadanía. Si se vuelve a la situación anterior, con declaración unilateral de independencia (DUI), se cambian las leyes por el sistema exprés para adaptarla a los criterios políticos de un sector, volvemos otra vez al punto donde se estaba antes de los comicios, pero con más crispación, menos tolerancia y huida de empresas. Hay que cambiar el chip, tener amplitud de miras, respetar las leyes y entre todos poner de su parte para que esto no llegue a mayores, que puede suceder.

Algunos piensan que nunca hay que mirar atrás, no coincido mucho con esta afirmación, sí que hay que hacerlo en más de una ocasión para no cometer los mismos errores  y aprender de ellos y no reeditarlos. No es fácil, pero tampoco imposible.

Después de la resaca electoral, viene la dura realidad de empezar a mover fichas: constituir el nuevo Parlament que según los plazos fijados por Mariano Rajoy, la fecha límite es el 23 de enero. En esa sesión se elegirán a los miembros de la Mesa y al presidente o presidenta de la cámara, que será el encargado de abrir consulta con los líderes de cada formación política, se convocará el pleno correspondiente para celebrar el debate de investidura, antes de diez días hábiles desde que se constituya el Parlament.

Estos son los pasos legales a seguir. Ahora, la situación es de discusión entre los partidos para ver quien preside la Mesa que juega un papel importantísimo. La Mesa es el órgano rector de la Cámara, es decir, es la encargada de organizar el trabajo interno del Parlament y el gobierno de la institución. No es menor su función. Hay problemas para llegar a un acuerdo. Ciudadanos quiere la presidencia, como partido más votado, el bloque independentista no están por la labor.

En cuanto a la elección de "President de la Generalitat", las cosas se complican aún más, si se tienen en cuenta varios factores; el candidato propuesto por Junts x Catalunya es Puigdemont que se encuentra huido en Bruselas, y el reglamento de la cámara no contempla la elección por plasma de la primera autoridad de Cataluña. A eso hay que añadirle a los diputados que están con él, los que hay en la cárcel y los que pueden ser imputados, que suman la cifra de 16.

¿Qué va a suceder? ¿vendrán a votar? Si no vinieran, es lo previsible, sucederían dos cosas: que perderían la mayoría absoluta, o los implicados tendría que renunciar a sus actas para dar paso a los siguientes de la lista. Problema siguiente:¿quién sería el nuevo candidato/a? ¿Habrán pensando en ese plan B? Visto las condiciones en las que se encuentra Puigdemont, pensar con racionalidad, no es posible. Puede suceder cualquier cosa.

Así que, que los Reyes Magos les traiga mucho carbón a nuestros políticos, por haberse portado muy mal y a la ciudadanía, capacidad de aguante, tolerancia y "seny", porque esto va para largo.

Las cosas están mal, pero aún pueden ponerse peor y no quiero que a nadie se le atraganten las uvas.

Artículo publicado originalmente en catalunyapress.es