Una promesa de La Masía y viejo anhelo del Celta se pone a tiro con un fichaje a coste cero

Era enero de 2020 y el Celta de Vigo peinaba el mercado en busca de apuntalar su centro del campo. Por entonces, Óscar García ocupaba en banquillo de Balaídos y su estilo de juego necesitaba de un ancla que supiese manejar el esférico en todas las direcciones. El pivote debía ser fuerte en labores defensivas, pero también un cerebro desde la organización. Todos los caminos llevaban a Oriol Romeu, un futbolista que el Celta trató de contratar hasta que el reloj dio las 12 del último día de mercado y se esfumaron todas las opciones de traerlo a Vigo. Luego vino una pandemia, una crisis y varios traspiés deportivos en Vigo que dejaron su expediente en un armario...pero que ahora podría desempolvarse cinco años después.

OPCIÓN DUDOSA...

El Celta de Vigo necesita refuerzos en el centro del campo, especialmente si, como se rumorea, futbolistas como Hugo Sotelo pueden dejar la nave celtiña en este mercado veraniego y después de que un comodín como Jailson haya dejado la disciplina celeste. Por otro lado, en Vigo persiguen la contratación de futbolistas contrastados y que puedan dar un plus en el campo y en el vestuario, siguiendo el ejemplo de Marcos Alonso, tal vez el fichaje más rentable de los últimos años en función de calidad y precio.

Con Sotelo, Damián, Fran Beltrán e Ilaix Moriba el Celta tiene un centro del campo bien armado ahora mismo, pero con tres competiciones el año que viene nunca viene de más rastrear alternativas como la que ahora puede ofrecer el Barça. El equipo de Flick no cuenta con Oriol Romeu, que regresa de su cesión al Girona, y barajan la posibilidad de rescindir su contrato después de una temporada llena de sinsabores para el catalán. 

El de Ulldecona viene de un año marcado por las lesiones y la falta de continuidad. Si hace tres temporadas era imprescindible para Michel, este año ha sido un habitual del banquillo y un jugador de refresco en el tramo final de temporada. Precisamente, las dudas en torno a su capacidad física, con 33 años y molestias constantes en la rodilla, pueden haberle cerrado varias puertas. 

Con todo, nadie duda de su calidad y pese a su veteranía, si recuperan su mejor versión como ocurrió con el ya citado Marcos Alonso, el Celta podría dar con un auténtico filón, considerando además que su llegada sería barata dadas las circunstancias. En A Sede, eso sí, deben esperar a que su desvinculación del Barça sea oficial y entonces darse prisa en mover ficha, pues el Girona y otros equipos pueden estar igual de atentos para tratar de cerrar un fichaje que arribaría a Vigo cinco años después de los primeros flirteos.