El gallego Dani Rodríguez, ídolo del Real Mallorca, suspendido de empleo y sueldo por "el club de su vida"
El centrocampista está en guerra con el cuadro balear, del que era capitán, y podría salir rumbo a alguna liga que mantenga el mercado abierto.
La guerra abierta entre Dani Rodríguez y el Real Mallorca ha entrado en una nueva e incierta fase después de que el cuadro balear anunciase que retiraba la capitanía al futbolista gallego, además de suspenderlo de empleo y sueldo durante diez días, el máximo que permite la AFE. La decisión tiene su raíz en las palabras que tuvo el jugador luego del partido ante el Real Madrid, donde Rodríguez no participó y vio el juego desde el banquillo. El de Betanzos, a sus 37 años, era hasta ahora una institución en Son Moix, pero su suplencia en el Bernabéu y las consecuencias a su post de Instagram dejan al futbolista más fuera que dentro del Mallorca, del que dijo que era "el equipo de mi vida".
NUEVE PARTIDOS AUSENTE DESDE 2021
Para entender el problema, hay que remontarse al sábado pasado, cuando el Real Mallorca pierde por 1-2 en el Santiago Bernabéu. Dani Rodríguez, que había jugado ante Barcelona y Celta en las dos jornadas anteriores, se tomó muy mal su falta de minutos contra el Madrid en una fecha en la que su familia se había desplazado para ver el partido en el estadio y que supuso el debut de Jan Virgili, flamante fichaje de los mallorquinistas, recién llegado del FC Barcelona y una de las mayores promesas del fútbol nacional.
Con poco más de un entrenamiento con los bermellones, Virgili saltó al verde y dejó sin hueco en la rotación a Dani Rodríguez, hecho que sentó particularmente mal al centrocampista. "Viaje con la ilusión de mis hijos por ver a su padre jugar en el Bernabéu. Lección y consejo importante para ellos: nunca esperes nada de nadie, y menos hoy en día, cuando la meritocracia, la cultura y el respeto por el trabajo brillan por su ausencia. Sacrifícate por tus sueños, aunque te pongan piedras en el camino, y siempre cree en ti mismo. Las cosas se ganan, no se regalan", publicó en sus redes sociales.
El mensaje, dirigido a Arrasate, no cayó bien en el vestuario, que entendió que era una falta de compañerismo por parte del de Betanzos, con más de 200 partidos en el Mallorca y que en las dos últimas temporadas, por ejemplo, solo se perdió tres partidos, uno de ellos por sanción. Desde el regreso del Mallorca a Primera División en la temporada 21/22 solo ha estado ausente en ocho encuentros, nueve contando el del Bernabéu.
MÁS MENSAJES Y MÁS PROBLEMAS
Tras prender la chispa, un nuevo mensaje en redes, tratando de aclarar sus palabas, terminó por incendiar todavía más la situación: "Entiendo y respeto profundamente que las decisiones de quién juega corresponden única y exclusivamente al entrenador. Son su responsabilidad y siempre las acato. Lo que no puedo aceptar es la falta de respeto hacia el compromiso y la dedicación. Me duele que un jugador que acaba de llegar, con un solo entrenamiento, tenga la oportunidad de jugar por delante de compañeros que llevamos años defendiendo esta camiseta con sudor y entrega, poniendo siempre al club por encima de todo. Ojalá Jan triunfe aquí y entre todos podamos ayudarle. Pero que algo así ocurra manda un mensaje horrible al vestuario: da igual el trabajo, la entrega o la lealtad. Eso es lo que me enfadó".
"Debido a todos estos años y al cariño inmenso que le tengo a este club y a su gente, a veces esa frustración la gestiono de una manera equivocada. Sé que no debí hacerlo público, pero en ese momento, la pasión pudo más que la razón. No pude controlar esa frustración y reaccioné así; fue un pensamiento en alto, visceral, nacido del amor por estos colores. Puede que mi reacción no fuera la acertada, pero surgió desde la pasión y la frustración de no recibir ninguna explicación o comunicación al respecto. No había otra intención", concluye la misiva de Dani Rodríguez.
Jagoba Arrasate parece haberle puesto la cruz definitivamente al centrocampista y parece muy complicado reconducir la situación en el vestuario. Lo más lógico, con 37 años, sería buscarle acomodo al futbolista, pero hoy no es tarea sencilla. A 3 de septiembre la mayoría de mercados han cerrado, aunque quedan opciones atractivas como Países Bajos, Bélgica, Portugal o Arabia Saudí, así como otras ligas más exóticas. Rescindir su contrato parece otra alternativa cuando le resta solo un año de vinculación con el Mallorca, donde lleva desde 2018. Una salida parece la única solución en este caso, porque si no le gustó ser suplente, lo que viene ahora le va a agradar todavía menos...
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