La decisión errónea de Pablo Insua: de sonar para el Deportivo de La Coruña a ocupar el farolillo rojo
El central gallego pudo aterrizar en Riazor este verano, pero terminó fichando por un Real Zaragoza que ocupa la última posición.
Después de un mal año en Granada, a donde llegó con la vitola de titular después de dos años a gran nivel en Gijón y que acabó relegado a la última opción en la zaga, Pablo Insua hizo las maletas este verano. El de Arzúa, un futbolista más que contrastado en Segunda, tenía un abanico de opciones donde elegir, e incluso se rumoreó con la posibilidad de un regreso a Riazor, de donde salió rumbo a Alemania hecho ya todo un central de garantías. Nunca sabremos cuánto de verdad y cuánto de fantasía pudo haber en agosto, pero lo cierto es que Insua acabó en un vuelo a Zaragoza, donde ahora vive un calvario.
UN RESULTADO NADA DESEADO
El Real Zaragoza es último en la clasificación y en nueve jornadas solo ha sido capaz de lograr una víctoria, por la mínima y ante el Mirandés. Desde su llegada, el gallego ha disputado seis de siete partidos posibles, completando los 90 minutos en todos ellos. Tres empates, dos derrotas y el mencionado triunfo contra los burgaleses. Su desempeño ha sido positivo, pero la realidad es que el resto del equipo es un desastre.
Si bien Insua es de lo poco salvable, en este arranque de curso, el mal desempeño de los maños en su conjunto han arrastrado al defensa, como también han arrastrado a Gabi, el cuarto entrenador cesado en la categoría en solo nueve jornadas. Una leyenda del club aragonés como el excentrocampista ha sido incapaz de reanimar al equipo, pese a que el año pasado conquistó la permanencia en su primera experiencia en los banquillos del fútbol profesional.
El resultado en lo defensivo es nefasto: doce goles en contra. No es el equipo que más debe mejorar en esa faceta, pues el Racing de Santander, por ejemplo, ha encajado 16 goles y marcha tercero en la liga, pero con solo seis goles a favor los blanquillos son el conjunto con la pólvora más mojada de toda la división de plata, donde ocupan el farolillo rojo de la clasificación.
A la vista está que Pablo Insua eligió la peor opción en lo deportivo. Cuando quedó libre de su contrato con los granadinos, en A Coruña buscaban defensas tras renovar por completo el eje de su zaga con las salidas de los Pablos, Vázquez y Martínez. Llegaron jugadores como Loureiro o Comas, pero la lesión de Ximo Navarro, fundamental estos tres últimos años, ha dejado un importante vacío en la retaguardia. Queda por ver en qué condiciones volverá un futbolista de 35 años tras otra dura lesión.
Un hueco que podría cubrir Insua si se presenta la oportunidad de regresar a la ciudad herculina en enero en una operación que podría resultar beneficiosa para ambos: Insua cambia un equipo a la deriva por uno con aspiraciones a ascender y el Dépor suma un zaguero de nivel para completar la línea defensiva. De nuevo, ¿cuánto puede haber de realidad o fantasía en esta propuesta? Habrá que esperar a 2026, pero creo que el jugador gallego no se lo pensaría otra vez si tuviese ocasión.
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