Los penaltis, la salvación del Deportivo de La Coruña y el maquillaje de Yeremay
El 75% de los goles del canario este año han llegado desde los once metros, dando al Dépor tres puntos en tres empates.
El inicio fulgurante del Deportivo de La Coruña en esta temporada 25/26 contrasta con la depresión en la que parece sumido el cuadro dirigido por Antonio Hidalgo, que lleva cinco jornadas segudias sin ganar. En total, un mes y medio prácticamente sin conocer la victoria, un pobre bagaje para un marcador de tres puntos conquistados de los últimos quince puestos en juego. Lo peor es que, en ese tiempo, el Dépor solo ha sido capaz de ver puerta en cuatro ocasiones, y en la mayoría de ellas hay dos denominadores comunes: Yeremay y los penaltis.
EL 75%
El futbolista canario es el segundo máximo realizador del equipo con cuatro tantos, solo uno menos que Zakaria Eddahchouri. Precisamente, el Dépor no gana desde que se le secó la pólvora al nueve neerlandés, allá por septiembre, cuando golearon por 4-0 al Huesca en el mejor momento de los blanquiazules. Desde entonces, cinco partidos resumidos en dos derrotas y tres empates.
Los tres empates fueron ante Eibar, Almería y Real Valladolid. Los tres terminan con 1-1 en el luminoso y con gol de Yeremay, haciendo el empate contra armeros y pucelanos desde los once metros. Estos goles se añaden a la cuenta que abrió en la Jornada 3 contra el Leganés, en un empate por 2-2 y transformando una pena máxima en los minutos finales. Solo ante el Almería marcó con el balón en juego, con un formidable disparo imposible para el meta almeriense. Así las cosas, el 75% de los goles que lleva Yeremay han llegado desde el punto fatídico.
La cosa es que esta racha se remonta más allá de este año. De los últimos nueve goles con la rubrica del 10, siete han sido de penalti, sumando los tantos ante Mirandés, Granda y Albacete, fecha en la que anotó dos, uno de ellos en lo que ya es su especialidad. Esto habla del temple del isleño, pero también de su bajón de rendimiento, incapaz de ser determinante lejos de los once metros.
La mejoría del Deportivo tiene que venir necesariamente acompañada de la mejor versión de Yemermay, por el que se peleó media Europa durante el verano, pero que hoy está lejos de ser ese futbolista asombroso que llamó la atención del Viejo Continente el año pasado, cuando era algo más que un tirapenaltis, aunque, eso sí, de los buenos.
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