Los aficionados al trail running crecen en otoño, pero Quirónsalud pone el acento en los peligros de la montaña
La ropa, la planificación o el uso de crema protectora son algunos de las recomendaciones de los sanitarios.
Ya sea con un cielo encapotado o en una mañana clara, a muchos el otoño les anima a disfrutar del campo y la montaña. Entre setas, hojas caídas y tonos pardos, esta estación ofrece postales de ensueño en distintos rincones de la geografía gallega y no son pocos los que se atreven a recorrerlos a paso veloz, corriendo en caminos pedregosos y pistas sin asfaltar. El trail running es una modalidad con cada vez más adeptos y, aunque saludable como cualquier forma de ejercicio físico, entraña sus riesgos, pues esta práctica es muy exigente y, como recuerdan desde Quirónsalud, puede esconder algunas lesiones.
UNA BUENA PREPARACIÓN
El doctor Borja Núñez de Aysa, jefe de la Unidad de Intervencionismo y Terapias Regenerativas de Olympia Quirónsalud, insiste en que una preparación adecuada es fundamental para lanzarse a correr por la montaña y conectar con la naturaleza, pues estos terrenos pueden ser peligrosos si no estamos adaptados ni contamos con los medios necesarios. "El trail running es un deporte apasionante y completo, pero requiere respeto, adaptación y constancia", asevera el galeno.
Lo principal es contar con el material exigido. Unas zapatillas con buen agarre y una suela resistente, especialmente diseñada para la montaña, aportará estabilidad en la pisada. Ropa cómoda y transpirable, pero también chuvasqueros o abrigo si creemos que el tiempo puede cambiar, así como bastones si el terreno es muy empinado o gafas de sol para protegernos de la luz y el polvo, pueden ayudar en la travesía.
Con todo, es fundamental conocer el terreno y planear bien la ruta. Hay que anticipar las cuestas, las zonas rocosas y los caminos a tomar si no queremos perdernos, calculando los tiempos para tener una estimación adecuada y, si es preciso, pararse y recobrar energías. También llevar con nosotros agua y sales, ya sea en forma de frutas u otros aportes energéticos, pues en la montaña se pierde mucha energía.
Por otro lado, es fundamental avisar a nuestos seres queridos y conocidos de nuestros planes, por si en una circunstancia extraordinaria necesitamos ayuda y nos quedamos incomunicados. Al tiempo, la llegada del otoño no implica necesariamente dejar la crema solar con los bañadores y las sandalias. La protección de la piel es fundamental durante todo el año.
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