Los números de Zaka Eddahchouri vuelven a hacer soñar al Dépor con el ascenso

El delantero neerlandés Zakaria Eddahchouri , con ascendencia marroquí, se está erigiendodo como la pieza ofensiva más decisiva del Dépor.   Tras la victoria de este fin de semana ante la Cultural Leonesa por 3 a 0, el estado de ánimo en A Coruña es de una ilusión palpable. 

Los coruñeses son segundos, están en puestos de ascenso directo, aunque empatados con el tercero y solo tres puntos delante del Valladolid, séptimo, posición fuera de los play-off. Queda, por lo tanto, mucha tela por cortar.

Los años de decepciones en la tercera categoría del fútbol español dejaron una profunda cicatriz en una de las aficiones más leales del país. La actual temporada en LaLiga Hypermotion (Segunda División) se presentaba como un desafío mayúsculo, una prueba de fuego para un proyecto que busca recuperar su lugar en la élite deportiva. El buen arranque del equipo fue frustrado por un bache pero los últimos resultados vuelven a poner a los herculinos en puestos de ascenso. 

Ese catalizador de esta remontada ha sido Zakaria Eddahchouri. El delantero, de 25 años y 1,87 metros de estatura, se ha destapado como la referencia ofensiva que el equipo necesitaba. Superando la media docena de goles en este primer tramo de la competición, se ha convertido en el máximo artillero del Dépor. Su impacto no solo se mide en cifras, sino en la sensación de peligro constante que genera en las defensas rivales, demostrando, por fin, su total adaptación al fútbol español, muy diferente al de su procedencia. Buen ejemplo es el primer gol frenta a los leoneses, en el que demostró un enorme olfato de gol.

La llegada de Eddahchouri el pasado mes de enero, durante el mercado de invierno de 2025, generó una expectación moderada. No se trataba de un nombre con gran cartel mediático, sino de una apuesta de la dirección deportiva. El jugador procedía del SC Telstar, un club de la segunda división de los Países Bajos, una liga de menor exigencia. Sin embargo, llegaba avalado por unas cifras impresionantes: era el máximo goleador de la Keuken Kampioen Divisie en ese momento, con 17 tantos.

El Real Club Deportivo de La Coruña buscaba exactamente ese perfil: un jugador joven, con hambre y con un olfato goleador contrastado, aunque fuese en un campeonato menor. La operación, que se cerró con un contrato de larga duración hasta 2028, se ve ahora como un acierto estratégico. Eddahchouri representaba una inversión de futuro que, sin embargo, está ofreciendo un rendimiento notable ya en su segunda temporada.

Tras un octubre en el que no vio puerta en la competición de liga, aunque sí lo hizo en la Copa del Rey contra el Sámano, su efectividad ha regresado con fuerza a principios de noviembre. Su reciente doblete (dos goles) contra la Cultural Leonesa este pasado fin de semana es la prueba de que vuelve a estar en racha, siendo además uno de sus partidos con más minutos en el campo. 

El holandés ha anotado 7 goles en liga, lo que equivaldría a una ratio de aproximadamente 0,82 goles por cada 90 minutos. A esos goles se le suman 2 asistencias, incluída una frente a la Cultural, lo que le da una implicación ofensiva combinada (goles + asistencias) cercana a 1,15 participaciones por cada 90 minutos.

En cuanto a su eficacia individual, sus 16 disparos (con 9 de ellos entre los tres palos) le otorgan una precisión de tiro cercana al 56 %. Esta estadística confirma que no solo genera opciones, sino que las aprovecha en una tasa superior a la media del campeonato.

Por otro lado, otros aspectos métricos muestran que, si bien su presencia ofensiva es sobresaliente, todavía puede crecer en ciertas facetas del juego. Por ejemplo, su participación en acciones de pase y construcción no es tan elevada: completa un volumen reducido de pases y su tasa de acierto en esos envíos ronda el ~52 %.

El sueño del ascenso a la élite toma forma

Mientras tanto, el mediocentro José Ángel ha protagonizado su particular vuelta al protagonismo tras una larga recuperación. Su participación y liderazgo han sido señalados como factores clave para que la plantilla recupere confianza y unidad.

Desde el corazón coruñés del vestuario, se habla de una atmósfera diferente: menos presión, más fe y colectivo renovado, según informan varios jugadores, que destacan la cohesión.   Lo cierto es que en A Coruña se observa con esperanza esta nueva fase del Dépor. 

El ariete ha aportado lo que se le pedía: goles. El mediocentro ha vuelto y con él el vestuario dice sentirse unido. Sólo el tiempo dirá si este nuevo empuje llega para plantearse seriamente objetivos mayores. El objetivo, que hace apenas unos meses parecía una utopía lejana, es claro: el ascenso a Primera División.