El Deportivo de La Coruña, el último superviviente en una Copa del Rey con luces y sombras para los gallegos
El cuadro herculino, sumido de lleno en la pelea por ascender a Segunda División, es el único representante de la comunidad que queda en el torneo del K.O.
Las opciones de que la Copa del Rey se venga este año a las vitrinas de un club gallego son cada vez menos. Siendo realistas, siempre fueron pocas, teniendo en cuenta que en 121 ediciones solo el Deportivo de La Coruña ha sido quien de traerse el título a Galicia. Vigo Sporting, el padre con el Real Fortuna de lo que hoy es el Celta de Vigo, el Racing de Ferrol y el mencionado Celta llegaron a la final de la Copa -los celestes nada menos que en tres ocasiones-, pero solo los herculinos salieron victoriosos en las dos finales que disputaron. Ahora, peleando por regresar a Primera División, tinene ante sí la oportunidad de, al menos, meterse entre los ocho mejores del país, en un año con claros y oscuros en la participación de los equipos gallegos.
EL CAMINO DE LOS GALLEGOS
El Deportivo estará en el bombo del sorteo para los octavos de final y, al ser de una categoría más baja que los equipos de Primera, tiene más papeletas para que se cruce en su camino un coco, pues a estas alturas del torneo -y del siglo- todavía no se celebra un sorteo puro, de forma que los equipos que participan en la Supercopa de España tienen prioridad de cruce contra un equipo de menor entidad.
Esto quiere decir que las opciones de enfrentarse a Barça, Real Madrid, Atlético de Madrid y Athletic Club en enero crecen. Con todo, hay que tener en cuenta que este año se han dado muchas campanadas antes de Nochevieja: Racing de Santander, Burgos, Cultural Leonesa y Albacete, como el Dépor, han dejado en la cuneta a equipos de Primera División. Cuatro de estos clubes -a la espera de saber si el Granada elimina al Rayo- se medirá a uno de los cuatro grandes del torneo.
A Antonio Hidalgo, técnico de los blanquiazules, no le convence este sistema. "Si hablo de lo que pienso como aficionados es una evidencia que el equipo que va a la Supercopa, termina jugando todas las rondas condicionadas hasta cuartos de final. No tiene sentido. Si lo miras por la parte de los equipos de inferior categoría seguramente un premio gordo contra esos equipos, es importante. Como aficionado no tiene sentido ninguno que el sorteo siga siendo así porque seguro que los equipos de Primera División no van a estar muy contentos", razonó en rueda de prensa.
El Dépor llega a octavos tras superar a los cántabros de la UD Sámano por 1-5, a la CE Sbadell por 1-3 y al RCD Mallorca por 1-0. Los baleares son el único equipo que no viene de una categoría por debajo de los coruñeses, pero hasta ahoa el desempeño de los de Hidalgo ha sido sobresaliente en la copa.
No se puede decir lo mismo del Celta, que ha pasado demasiados sinsabores en esta competición. Los vigueses, con tres competiciones este año, aspiraban a dar una sorpresa en Copa del Rey, pero la sorpresa se la llevaron ellos desde el primer día. Viajaron a Asturias y sacaron un 0-2 contra el modesto Puerto de Vega y más tarde, contra el Sant Andreu, se vieron contra las cuerdas, empatando 1-1 en la prórroga y salvados en los once metros tras anotar nada menos que siete penaltis.
Los de Giráldez tuvieron de nuevo un cruce amable, pero jugaron con fuego contra el Albacete, que se adelantó en el marcador, llegó a ir perdiendo por 1-2 y empató el partido en el 94 para mandarlo a la prórroga. Sin transformaciones en la prolongación, todo se decidió de nuevo por la pena máxima, pero los olívicos, esta vez sí, estuvieron cegados de cara a gol: tres lanzamientos y ninguno acabó en el fondo de la red, dando el pase a los manchegos y claudicando antes de tiempo.
La imagen del Celta fue radicalmente opuesta a la del Ourense CF, el último en salirse de la carrera, pero dejando una gran imagen en la Copa. Los aurienses recibieron ayer en O Couto al Athletic Club, que se vio obligado a resolver el partido en la prórroga ante un combativo equipo local que resistió cuanto pudo a los leones, que acabaron pidiendo la hora bajo un aguacero ante el equipo que eliminó a Real Oviedo y Girona para plantarse en dieciseisavos.
Una ronda antes se despidieron Racing de Ferrol y Pontevedra, que cayeron en sus feudos ante Huesca y Eibar, respectivamente. Oscenses y armeros hicieron valer su superioridad contra dos equipos mucho más enfocados en la pelea liguera, donde ambos pugnan por un puesto en los playoff de ascenso a Segunda División. Cabe decir, además, que los de la Boa Vila ajusticiaron a la UD Ourense, que llevó a los granates hasta la lotería de los penaltis, donde la fortuna sonrió al Pontevedra. El Racing de Ferrol, por la misma vía, había eliminado al Langreo en Asturias.
El sueño de la Copa este año se vivió en el campo del Negreira. La pequeña localidad accedió al torneo eliminado al Textil Escudo, al que remontó el 2-1 de la ida con un contundente 4-0 en Galicia, lo que le permitió enfrentarse a la Real Sociedad. Los donostiarras, campeones durante la pandemia, fueron el regalo para el municipio, que vio a los suyos enfrentarse en el García Calvo contra un equipo de Primera División, que se llevó el pase con un claro 0-3. De siete equipos que empezaron ya solo queda uno, pero en la Copa siempre solo puede quedar uno.
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