Altri pide treinta millones en ayudas para poder construir la polémica celulosa de Palas
El dinero procedería de fondos europeos y estaría destinado a la descarbonización industrial
La multinacional portuguesa Altri ha presentado su proyecto para una fábrica de fibras textiles en Palas de Rei al Perte de descarbonización, con la aspiración de obtener 30 millones de euros en fondos europeos. Este monto representa la cuantía máxima que establece el programa de ayudas del Gobierno para inversiones destinadas a la descarbonización industrial.
Altri considera que su proyecto encaja perfectamente en esta línea de ayudas, dado que produce fibras textiles de origen renovable con emisiones de CO2 significativamente menores que los procesos actuales. La inversión total para la planta de pasta soluble y lyocell podría alcanzar los 1.000 millones de euros, y la compañía, dirigida por José Soares de Pina, aspira a cubrir alrededor del 20% de esta inversión mediante apoyos públicos, lo que suma unos 200 millones de euros.
El proyecto de Altri ha estado buscando un esquema de ayudas adecuado durante mucho tiempo, y aunque no había problemas en encontrar elementos subvencionables, la dificultad radicaba en acceder a un programa que ofreciese fondos suficientes para una inversión tan elevada. Después de descartar la idea de fragmentar el proyecto para acceder a distintos Perte, la línea de ayudas de descarbonización se convirtió en una de las principales opciones para obtener fondos públicos.
El Gobierno puso en marcha el Perte de descarbonización a comienzos de este año, con una dotación global de 1.000 millones de euros, de los cuales 500 millones se entregarán en subvenciones directas y otros 500 millones en préstamos blandos. El Ministerio de Industria convocó una línea de 140 millones de ayudas para el desarrollo de nuevas instalaciones manufactureras altamente eficientes y descarbonizadas, donde el proyecto de Altri podría encajar.
La secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, destacó que para ser financiado, el proyecto de Altri debe respetar los criterios marcados por la Unión Europea y el principio de no causar un perjuicio significativo. Torró aseguró que el Ministerio aplicará «máximo rigor» en el análisis de los proyectos y que Altri, al igual que otras empresas, debe cumplir con los criterios ambientales y normas europeas y españolas para obtener la financiación.
Actualmente, Altri tramita el proyecto a través de Greenfiber, una sociedad instrumental con sede en Pontevedra. El CEO de Altri espera tener alguna indicación sobre la licencia ambiental integrada a principios de 2025, una vez que la Xunta complete su evaluación. La obtención de los permisos ambientales y la financiación son los dos elementos clave que Altri necesita aclarar antes de tomar una decisión definitiva sobre la inversión.
Sin embargo, el proyecto de Altri en Palas de Rei enfrenta una fuerte oposición social debido a preocupaciones sobre su impacto ambiental. La plataforma Ulloa Viva y la plataforma pola Defensa da Ría Arousa han convocado manifestaciones contra la construcción de la fábrica, argumentando que podría generar un grave perjuicio ambiental que afectaría incluso a la ría de Arousa, una importante zona de marisqueo en Galicia. El proyecto recibió 23.000 alegaciones durante su exposición pública, y la decisión final sobre la autorización ambiental dependerá estrictamente de criterios técnicos.
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