Vecinos reclaman un estudios de salud pública por la contaminación de nitratos en A Limia

La denuncia acusa a estas administraciones de permitir durante décadas la contaminación del embalse de As Conchas, cuyas aguas presentan niveles alarmantes de nitratos, bacterias y pesticidas, según estudios científicos adjuntos al recurso .

La plataforma, que surgió en 2019 como voz de un movimiento social arraigado desde principios de siglo, insiste en que los datos oficiales confirman el riesgo para la salud pública, especialmente en localidades como Lobeira, Bande y Os Blancos. "Las administraciones miraron para otro lado mientras la población estuvo expuesta", denunciaron portavoces del colectivo en un acto reciente en Xinzo de Limia.

La Xunta reconoce la existencia de una “contaminación difusa de las aguas por nitratos y fosfatos debido a la gestión actual de los subproductos de las explotaciones ganaderas” y, como reacción, impulsó la creación de la Mesa de la Limia, un órgano que reúne a todos los agentes sociales para buscar un plan estratégico para el sector agrario de la comarca. Sin embargo, desde las plataformas vecinales denuncian que este foro “se encuentra parado” y que las acciones emprendidas hasta el momento no han resultado eficaces para frenar el problema. Además, la Xunta ha optado por apurar los plazos legales para la declaración de A Limia como Zona Vulnerable por contaminación de nitratos, lo que permitiría establecer límites más estrictos en el uso de fertilizantes y períodos de abonado, pero ha estirado el proceso hasta el límite permitido, generando críticas por priorizar intereses electorales frente a la urgencia ambiental.

Por su parte, los ganaderos, representados por la Asociación de Empresarios, Ganaderos y Agricultores de La Limia (Adegal), aseguran que en los últimos años se han implementado mejoras en el tratamiento de los residuos agroganaderos. Entre las medidas adoptadas destacan el abandono del antiguo “sistema de plato” para el vertido de purines y la implantación de la “inyección directa en tierra”, que evita que los residuos queden en la superficie y reduzcan su escorrentía hacia los ríos y embalses. Los ganaderos afirman que estas prácticas buscan minimizar el impacto ambiental y cumplir con la normativa, aunque reconocen que el volumen de residuos generado por la alta concentración de explotaciones sigue siendo un desafío.

Exigencias Sanitarias y Ambientales
Entre las medidas urgentes reclamadas figura la realización de un estudio epidemiológico por parte de la Consellería de Sanidade para evaluar el impacto en la salud de los habitantes. Además, exigen a Medio Ambiente y Medio Rural que activen planes concretos para reducir la contaminación, incluyendo la declaración inmediata de A Limia como Zona Vulnerable a Nitratos (ZVN), una figura que obligaría a restringir el uso de fertilizantes y purines.

La Confederación Hidrográfica Miño-Sil, responsable del control de las aguas en la zona, deberá incrementar los puntos de muestreo en áreas críticas como Baltar o Calvos de Randín, según la plataforma.