La CIG centra en la lucha contra la precariedad su congreso que reelegirá a Paulo Carril

La Confederación Intersindical Galega (CIG) celebrará el próximo 24 de mayo su IX Congreso en Santiago de Compostela, en un momento de fortaleza histórica gracias a un crecimiento récord en afiliación y representatividad. Bajo el lema 'A forza da nosa clase. Traballo, dereitos e soberanía', el sindicato nacionalista busca consolidar su modelo de confrontación frente a las políticas neoliberales y la precariedad laboral.

La CIG llega a esta cita con más de 85.000 afiliados, tras incorporar cerca de 9.000 nuevos miembros en los últimos cuatro años, y una representatividad del 31,5%, consolidándose como la primera fuerza sindical en Galicia. Según Susana Méndez, secretaria de Organización, este crecimiento refleja el respaldo a un modelo que prioriza la movilización y la defensa de los derechos laborales. El congreso, que se celebrará en el Palacio de Congresos de Santiago, contará con 650 delegados que debatirán el trabajo realizado y definirán las estrategias para el próximo cuatrienio.

El evento también rendirá homenaje al 50 aniversario del asesinato de Moncho Reboiras y al 75 aniversario de la muerte de Castelao, figuras clave para el sindicalismo nacionalista. Además, el 23 de mayo se organizará un seminario internacional bajo el lema 'Na defensa da paz. Traballo, dereitos e soberanía', con delegaciones invitadas para abordar las herramientas de lucha frente a la ofensiva del capital.

Críticas a las políticas neoliberales

Paulo Carril, secretario xeral de la CIG, anunció su candidatura a la reelección, respaldado por la actual dirección, que aspira a liderar el sindicato cuatro años más. En su análisis, Carril denunció la inestabilidad del capitalismo neoliberal, agravada por la crisis de la COVID-19, la inflación y las cadenas de suministro. Según el líder sindical, estas dinámicas, junto con la digitalización y la inteligencia artificial, incrementan el desempleo y la pobreza, afectando a los derechos de las mayorías sociales.

Carril también criticó las políticas de los gobiernos de Feijóo y Rueda en Galicia, acusándolos de promover un modelo que niega el desarrollo propio del país y fomenta la pobreza y la desigualdad. Señaló la destrucción de recursos naturales, la privatización de servicios públicos y la emigración, que ha dejado un saldo demográfico preocupante, con 371.637 gallegos menos desde 2009, de los cuales 141.222 son menores de 29 años.

En el ámbito estatal, los documentos del congreso reprochan al gobierno español unas políticas que legalizan la inseguridad laboral mediante reformas laborales y de la Seguridad Social. Carril rechazó el diálogo social, calificándolo como una herramienta de los sindicatos neoliberales que legitima estas medidas, y defendió un modelo de confrontación para avanzar en derechos. “Sin organizar el conflicto, no hay posibilidad de conquistar derechos”, afirmó.

A nivel europeo, la CIG critica a la Unión Europea por su irrelevancia global y por consolidar el auge de la extrema derecha. Los textos a debate proponen construir una “Europa de los pueblos” basada en la justicia social, la autodeterminación y los derechos humanos, frente a las políticas actuales que, según el sindicato, agravan la precariedad.

Compromiso con la transformación social
La CIG se presenta como una herramienta de integración social y cultural en Galicia, tejiendo alianzas para promover una agenda gallega centrada en la igualdad y el bienestar. Carril destacó la importancia de la solidaridad para combatir la precariedad, el desempleo y la exclusión social, especialmente entre los jóvenes y la población emigrante. En lo político, sindicato reafirma su apuesta por la soberanía gallega y la capacidad del pueblo para asumir su futuro colectivo. 

Trayectoria de Paulo Carril

Nacido en A Coruña, Paulo Simón Carril Vázquez, actual secretario xeral de la Confederación Intersindical Galega (CIG) es Hermano de Xosé Manuel Carril, exconcejal del Bloque Nacionalista Galego (BNG) en A Coruña. 

En 1999, ocupó un puesto simbólico en las listas del BNG para las elecciones municipales en A Coruña, aunque su carrera se centró en el ámbito sindical. Inició su andadura en la CIG en los años 90, integrándose en una organización que, desde su fundación en 1994, unió el legado de la Intersindical Nacional dos Traballadores Galegos (INTG) y la Confederación Xeral de Traballadores Galegos (CXTG). Su entrada coincidió con un período de fortalecimiento del sindicalismo nacionalista, heredero de las luchas obreras de los años 70.
 

En 2001, Carril asumió el cargo de secretario comarcal de la CIG en A Coruña, posición que mantuvo hasta 2013. Durante estos 12 años, destacó por su capacidad organizativa y su defensa de un sindicalismo combativo, opuesto al diálogo social de los grandes sindicatos, que consideraba desmovilizador. Su trabajo fortaleció la presencia de la CIG en una de las principales áreas industriales de Galicia, enfrentándose a abusos patronales y promoviendo la movilización.  

Secretario de Organización y relevo generacional
En 2013, Carril dio un paso adelante al convertirse en secretario confederal de Organización de la CIG, un rol que lo situó en el núcleo de la dirección del sindicato. Durante este período, trabajó en la modernización de las estructuras organizativas y en la integración de sectores como los jóvenes y los desempleados, consolidando la representatividad de la CIG. En 2017, asumió la secretaría xeral en el VII Congreso de la CIG, celebrado en Santiago de Compostela, marcando el relevo de históricos como Suso Seixo, quien lideró el sindicato durante 16 años. 

Desde 2017, Carril ha consolidado su liderazgo, siendo reelegido en los congresos de 2021 y 2023 con amplio respaldo. Bajo su dirección, la CIG ha alcanzado máximos históricos. Carril ha impulsado un modelo de confrontación frente a las políticas neoliberales, rechazando el diálogo social por considerarlo una herramienta que desmoviliza a los trabajadores. Su discurso combina la lucha de clases con la defensa de la soberanía gallega, promoviendo un desarrollo económico y social propio para el país.