Faurecia puede cerrar en Ourense por falta de pedidos de Stellantis Vigo y pese recibir 9 millones de ayudas
La planta de componentes para la automoción que el grupo Forvia posee en el polígono industrial de San Cibrao das Viñas (Ourense) podría tener los días contados. La dirección ha trasladado a los sindicatos que no está en condiciones de garantizar la continuidad de la actividad más allá de septiembre de 2027, generando gran preocupación entre la plantilla. 300 puestos de trabajo están en el limbo en Ourense, una provincia profundamente desindustrializada.
La fábrica, que da empleo a cerca de trescientas personas, depende exclusivamente de los pedidos de Stellantis Vigo, su único cliente. Esta dependencia total ha agravado la situación de la planta tras la pérdida de proyectos clave como el PX1/PH1 y la deslocalización de producción a países con costes laborales más bajos.
Ante este escenario, la empresa ha iniciado un plan de bajas incentivadas durante 2025. Las salidas se aplicarán tanto en el área de producción como en departamentos administrativos.
Dependencia crítica de Stellantis
Aunque Stellantis ha confirmado que continuará fabricando el modelo Peugeot 2008 en Vigo (proyecto P24), desde la dirección de Forvia no se ha asegurado que Faurecia Ourense sea la encargada de suministrar los componentes. Esta falta de garantías deja a la fábrica sin un contrato sustitutivo y refuerza el horizonte de cierre para finales de 2027. Además, hay que tener en cuenta que el Peugeot 2008 es un modelo maduro, que lleva muchos años en el mercado. Lo normal es que Stellantis deje de producirlo en los próximos años.
Los trabajadores denuncian que no se han dado pasos efectivos para captar nuevas líneas de producción. Alegan que las ofertas planteadas hasta el momento no son viables o solo aportarían carga de trabajo para un número muy reducido de empleados.
Desde hace meses, el comité de empresa ha tratado de mover ficha ante las instituciones, sin éxito. Han mantenido reuniones con representantes políticos y presentado sus demandas ante la Diputación y el Parlamento, pero sin lograr un respaldo que permita revertir la situación.
Asambleas y movilizaciones
Este jueves se han convocado asambleas para concretar las condiciones del plan de salidas voluntarias, coincidiendo con los cambios de turno. La intención es informar a la plantilla sobre el preacuerdo y debatir posibles respuestas ante la falta de soluciones estructurales.
El comité también prepara un calendario de movilizaciones para presionar a la empresa y forzar una reacción que permita asegurar el futuro del centro. La sensación mayoritaria entre los trabajadores es que Forvia ha dado falsas expectativas, alimentando la incertidumbre sin ofrecer un plan realista.
El tiempo juega en contra de Faurecia Ourense, cuya supervivencia pende de un hilo ante la falta de nuevos contratos y de compromisos claros por parte de Stellantis Vigo.
En los últimos años, tanto Faurecia Ourense como Stellantis Vigo se han beneficiado de importantes ayudas públicas para fomentar la innovación y la modernización de sus instalaciones.
En el caso de Stellantis, los fondos europeos canalizados a través del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado han supuesto inversiones millonarias, mientras que Faurecia ha recibido subvenciones para impulsar la eficiencia energética y mantener el empleo.
Por su parte, Faurecia, ha recibido 8.548.479,21 euros de subvenciones estatales desde 2021, según figura en Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones y Ayudas Públicas del Ministerio de Hacienda. La práctica totalidad de esas ayudas se las concedió el Ministerio de Industria.
Las ayudas aprobadas por la Xunta han de un total de 717.298,30 euros en el período entre 2004 y 2016, según figura en el DOG. En total, el grupo Faurecia en España ha recibido por lo tanto al menos 9.265.777,51 de subvenciones públicas.
Faurecia/Forvia tiene una red extensa de plantas en España, con al menos 13 ubicaciones en Cataluña, Galicia (situada en el Polígono de San Cibrao, entre Ourense y Allariz), Comunidad Valenciana, Castilla y León, Madrid, Navarra, Aragón y País Vasco. Entre las mayores están Almussafes , con unos 800 y en Rivas-Vaciamadrid, con unos 250.
La Xunta de Galicia ha mostrado en reiteradas ocasiones su preocupación por el impacto que tendría en el tejido industrial gallego la pérdida de pedidos desde Vigo hacia otras geografías. El gobierno autonómico ha reclamado a Stellantis un compromiso con los proveedores locales, subrayando que muchos de ellos han recibido apoyo público precisamente para consolidar su posición en la cadena de suministro del sector.
La planta fabrica partes para coches como cockpit, techo, asientos o elementos exteriores.
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