Camión huye a toda pastilla de la Guardia Civil con madera robada en Fornelos

La intervención de la Guardia Civil tuvo lugar de madrugada, después de que una patrulla de seguridad ciudadana localizara un camión que circulaba a una velocidad notoriamente excesiva por la autovía en dirección a Vigo. El vehículo arrastraba un remolque cuya carga de troncos, mal asegurada, se balanceaba peligrosamente, con un riesgo evidente de desprendimiento sobre la calzada. Los agentes activaron las señales luminosas y acústicas para darle el alto, pero la respuesta fue una peligrosa maniobra de desobediencia que dio inicio a una tensa persecución.

En un primer momento, el conductor del camión pareció acatar las órdenes de los agentes y detuvo el vehículo en el arcén. Sin embargo, cuando un guardia civil descendió del coche patrulla para aproximarse a la cabina, el camión reanudó la marcha de forma abrupta en un intento de fuga. Finalmente, la pericia de la patrulla consiguió interceptar el vehículo y proceder al arresto de sus dos ocupantes, dos varones de 31 y 39 años, quienes mostraron una fuerte resistencia a la actuación de las fuerzas de seguridad.

Todo el episodio tuvo su origen minutos antes, cerca de las cuatro de la mañana, con la llamada de un grupo de propietarios forestales de Fornelos de Montes. Estos vecinos comunicaron a la central de la Guardia Civil que, tras sufrir una oleada de robos de madera en los últimos días, habían decidido organizarse. Gracias a esta vigilancia vecinal, detectaron cómo un camión abandonaba una de sus fincas cargado con troncos recién cortados para los que no se había concedido ningún permiso.

Hartazgo en el rural

Los propios afectados iniciaron un seguimiento discreto del vehículo pesado mientras informaban a las autoridades. Relataron cómo el camión circulaba a gran velocidad por las carreteras secundarias en dirección a Covelo, antes de incorporarse a la A-52. La sustracción de madera es un delito que genera una creciente alarma social en el rural gallego, afectando gravemente a comunidades de montes y a pequeños propietarios que ven cómo el fruto de años de trabajo desaparece en una sola noche.

Este suceso no es un caso aislado, sino que se enmarca en un contexto de repunte de esta actividad delictiva en toda Galicia. Según diversas informaciones publicadas recientemente, el incremento del precio de la madera en los mercados ha avivado el interés de grupos organizados que operan con gran rapidez. Estas redes aprovechan la noche y la difícil vigilancia de las extensas masas forestales de la comunidad para ejecutar talas ilegales, generando un grave perjuicio económico y medioambiental que a menudo se ceba con las economías rurales más vulnerables.

Tras la detención, el Instituto Armado ha confirmado que a los dos individuos se les imputa un ampli catálogo delitos. Además del hurto de la madera, deberán responder por desobediencia grave a los agentes de la autoridad y por un delito contra la seguridad vial, derivado de su conducción presuntamente temeraria durante la huida. Las diligencias fueron remitidas al Juzgado de Instrucción de Guardia de Ponteareas para continuar con el procedimiento.

Precariedad laboral al descubierto

De forma significativa, la investigación desveló una irregularidad más. A uno de los detenidos, el de 31 años, se le considera también presunta víctima de delito contra los derechos de los trabajadores. El motivo es que su acompañante y presunto jefe, de 39 años, no lo había dado de alta en la Seguridad Social, dejándolo en una situación de total desprotección. Este hecho destapa una capa adicional de explotación laboral que a menudo subyace en estas actividades económicas sumergidas.

A pesar de la gravedad de los hechos y de la concatenación de delitos, tras prestar declaración en sede judicial, ambos detenidos quedaron en libertad provisional a la espera de juicio. La investigación sigue abierta para determinar si forman parte de una red más amplia y para localizar el destino final de la madera que transportaban ilegalmente en el momento de su arresto.