Así suena el debut de Saibran: la alianza gallega que convierte el atardecer en rap clásico y psicodelia

El estreno oficial ante el público tuvo lugar en un escenario emblemático para la cultura local como es el Mercado da Estrela. Durante la noche del 20 de diciembre, los asistentes pudieron presenciar la primera puesta en escena de Atardecer harmonioso con gotas de primavera, un álbum que funciona como el capítulo inicial de una trilogía planificada. La actuación destacó por un formato dinámico donde la instrumentación analógica cobró protagonismo, con Cibrán al micrófono, Julián Goicoa al bajo y Fiz García en la batería, trasladando al directo la calidez y la textura que caracterizan a la grabación de estudio. Durmir é de covardes es uno de los singles de adelanto.

Esta nueva formación no surge de la nada, sino que representa la confluencia de talentos consolidados en el panorama gallego. Por un lado, la lírica y el flow de García, y por otro, la solvencia instrumental de los miembros de Mundo Prestigio, quienes ya han demostrado su versatilidad colaborando con diversos artistas de la escena estatal. El disco ha sido editado por el sello gallego Tremendo Audiovisual, una plataforma que sigue apostando por dar visibilidad a propuestas que arriesgan tanto en lo estético como en lo sonoro, y cuenta con un cuidado diseño gráfico a cargo de Maru Astray.

Crónica de una noche

La propuesta artística de Saibran se aleja del consumo rápido de sencillos para apostar por una narrativa conceptual de largo recorrido. La trilogía pretende musicar el arco temporal y emocional que va desde la caída del sol hasta el amanecer. Este primer volumen se centra en esas horas inciertas que transcurren desde que uno sale de casa al atardecer, sin mayores pretensiones que socializar, hasta que la noche empieza a tomar forma. Las letras transitan desde la ironía y las observaciones costumbristas hacia terrenos más introspectivos a medida que avanza el minutaje.

En lo estrictamente musical, el álbum se define por una vuelta a las raíces del rap clásico. Las composiciones se mueven en un rango de tempo que oscila entre los 90 y los 100 BPM, una cadencia que permite respirar a las rimas y da espacio a los arreglos instrumentales. La producción, firmada por el propio Julián Goicoa, incorpora elementos del funk, el soul e incluso la psicodelia, creando una atmósfera que acompaña perfectamente esa sensación de transición entre el día y la noche, alejándose de las tendencias electrónicas más agresivas del momento.

El recorrido por el disco presenta una progresión rítmica intencionada. Los temas viajan desde la calma de los 86 golpes por minuto de cortes como O quinto mundo hasta la energía de los 130 bpm de Tarde. A lo largo de las siete canciones principales, el oyente se encuentra con colaboraciones que enriquecen el conjunto, como la participación de DJ Mil en los scratches o la intervención de la banda Mundo Prestigio al completo en el tema Poema. Títulos como Cubata en vaso de tubo o Puretismo sugieren esa mezcla de humor y crítica social marca de la casa.

Uno de los aspectos más curiosos del lanzamiento es su estructura, que incluye un nexo artístico oculto. El álbum contiene una pista escondida titulada Meu, una grabación en directo con un sonido más crudo y oscuro que el resto del trabajo. 

Esta pieza no es un simple regalo para los fans, sino que funciona como puente hacia el segundo volumen de la trilogía, que estará producido por Møu. De esta forma, el grupo deja claro que el proyecto tiene una continuidad pensada al milímetro, donde cada entrega tendrá su propia identidad y productor diferenciado.

Para los coleccionistas y amantes del sonido de alta fidelidad, el grupo ha puesto énfasis en el formato físico. Además de su presencia en todas las plataformas digitales habituales, el trabajo se puede adquirir en una edición de vinilo a través de la web de la discográfica.