La CRTVG traslada a una periodista que criticó a Feijóo en sus redes, denuncia el Comité, y el Colexio reprueba "traslados forzosos"

El Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia (CPXG) advierte que el clima laboral en la CRTVG está empeorando y recuerda que es clave que los periodistas de las emisoras públicas puedan ejercer su labor sus presiones. 

El colectivo reacciona así a las noticias de supuestas represalias en forma de traslados contra profesionales que, dicen, se negaron a modificar noticias para favorecer a la Xunta, que gobierna el PP, y criticar al Gobierno de España (PSOE + Unidas Podemos).

Hoy mismo se conoce que hay otro traslado de una informadora que en días previas se mostró crítica con el ex-presidente de la Xunta de Galicia en sus redes sociales.

El CPXG indica que ha recibido múltiples quejas y peticiones de amparo al respecto de estos "traslados forzosos". El ente reaccionó pidiendo explicaciones a la cúpula de la empresa pública, sin éxito. Aseguran que les respondió  Alfonso Sánchez Izquierdo -director xeral- indicando que ya responden ante otros organismos, como el Parlamento.

El colegio argumenta que la calidad de la información puede verse perjudicada por estos traslados "no negociados" y reclama a la CRTVG que dialogue con sus empleados.

Hay que recordar que el Comité Intercentros de la CRTVG ha convocado otras dos jornadas de huelga, tras el paro de hace unas semanas. La compañía ha respondido negando represalias por cuestiones ideológicas y advirtiendo que habrá más traslados. La institución alega que los movimientos en la Radio Galega y en la Televisión de Galicia estaban previstos desde hace tiempo y forman parte de la gestión habitual de los recursos humanos.

Hoy mismo el Comité Intercentros ha confirmado la huelgas para el 24 y el 25 de marzo. Los sindicalistas alertan que hay nuevos traslados, incluido el de una redactora de la TVG que recientemente criticó al ex-presidente de la Xunta Alberto Nuñez Feijóo en sus redes sociales. La trabajadora, con varias décadas de labor en la televisión, ha sido trasladada a la Radio Galega. Otro ejemplo de "despotismo" y "maltrato", dicen los delegados sindicales.

MENOS PROGRAMAS PROPIOS, MÁS FACTURACIÓN PRIVADA

Los trabajadores también critican la cancelación de uno de los pocos programas de producción propia que quedan en el ente al margen de los informativos, el semanal Vivir Aquí, que se emitía los domingos. El programa ha sido cancelado a mitad de temporada. 

La mayoría de programas no informativos de la TVG están realizados por productoras privadas. Una parte considerable de esos espacios son encargados a filiales de los principales grupos de comunicación de prensa escrita en Galicia; algo que, en última instancia, puede influir en la capacidad de presión del Gobierno Autonómico sobre la línea editorial de los diarios.

LA DIRECCIÓN RESPETA LA HUELGA
Fuentes de la entidad pública han vuelto a manifestar su respeto por el derecho a huelga, en el que se pide un "retorno al buen clima laboral". Sobre esta cuestión, el director xeral de la compañía, Alfonso Sánchez-Izquierdo, defendió en la comisión de control de la CRTVG que de 47 expedientes que se abrieron en cinco años, de entre una plantilla de mil, solo en uno hubo suspensión de empleo y sueldo, por lo que concluir de ello que hay una "actitud represora es sencillamente falso".

Las mismas fuentes recuerdan, en cuando a la seguridad laboral, que el comité de empresa se opuso en su momento al uso obligatorio de la mascarilla en abril de 2020, "en plena pandemia", pese a que la compañía puso a disposición de los trabajadores este material de protección, pese a lo que la empresa obligó a su uso.

Además, Sánchez-Izquierdo también se pronunció este lunes sobre la movilidad de puestos de trabajo, al respecto de lo que indicó "con total normalidad, habrá más cambios, todos los que la empresa considere oportuno para acomodar el plantel a los nuevos desarrollos tecnológicos y del servicio" que se deben afrontar, algo que, aseguró, no solo ocurre en los medios públicos gallegos.

También han sido rechazadas las acusaciones de "precariedad" y hasta consideradas "insultantes" con respecto a los demás trabajadores de medios.