El 'sentidiño' del PP gana las elecciones en Galicia

Todas las miradas estaban puestas este domingo en las elecciones gallegas, aunque de ámbito autonómicas, eran las primeras después de la movida de la ley de amnistía y las “supuestas” prebendas que esta pueda aportar los independentistas implicados en todo el entramado del procés, El PP lo ha utilizado, el PSOE públicamente lo desmentía, no obstante, eran conscientes -lo sigue siendo - del coste que iba a tener, como así ha sucedido.

El PP ha sido el ganador de los comicios de este 18 de febrero, consolidando la mayoría absoluta que otros partidos ponían en duda dado que el candidato popular, Alfonso Rueda,  se presentaba por primera vez, aunque fuera el presidente de la Xunta tras la marcha de Feijóo a Madrid para liderar el partido. 

Una campaña donde Rueda ha sido el blanco de todos los partidos: el contrincante a batir por la izquierda, pero también por Vox - con pocas posibilidades-. Ha sabido aguantar bien la campaña, no sin los nervios del que tiene más que perder en las urnas. Al final, como decía Camilo José Cela, “el que resiste, gana”. Lo ha conseguido gracias también a la ayuda de su compañero y amigo Feijóo. 

Rueda ha mostrado  una imagen de persona tranquila que en muchos de sus mítines o comparecencias ante los medios utilizaba la palabra “sentidiño”, que en política pronunciaba muchas veces el primer presidente de la Xunta de Galicia, Xerardo Fernández Albor, y también los gallegos en general la utilizan habitualmente. Es tan gráfica que no hace falta que vaya acompañada de más palabras.

El BNG, con Ana Pontón como candidata, ha conseguido los mejores resultados de su partido hasta ahora. No obstante, no ha sido suficiente para sacar al PP de la Xunta como ha venidoexplicando  en todos sus mítines. Hay algo de lo que se olvidaba la líder de los nacionalistas, que no se puede ir de ganadora sin haberse contado los votos. Una lección que no tenía aprendida Pontón y  que habrá tomado buena nota. Pese a ello, el resultado ha sido bueno, a costa del PSdeG , el gran derrotado. Una pena,  Besteiro era una buena apuesta, pero no el mejor momento. Ha sufrido las consecuencias de las acciones del presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Un sacrificio con un alto coste para el candidato y el partido en Galicia. ¿Cómo lo piensa solucionar? La excesiva presencia de ministros para arropar al candidato no ha sido una buena decisión, lo mismo que la presencia de Rodriguez Zapatero, que no tiene buen predicamento entre los gallegos. No hay que olvidar la presencia de gallegos y descendientes de ellos en Venezuela, donde Zapatero ha tenido y sigue teniendo vinculaciones con el dictador Maduro- un gran error-.

Otro de los derrotados es Sumar, lo habíamos adelantado hace ya algunas semanas. Yolanda Díaz ha perdido en su tierra, como era de esperar, no la quieren. Tanto es así que ni en su circunscripción ha conseguido ganar. Un baño de realidades que la ha dejado muy mal parada, incluso en el Gobierno de Sánchez . Podemos, la otra formación que se presentó por separado, ha vuelto a beber de su medicina, con la ayuda del gurú Pablo Iglesias: la ha hundido en la miseria. ¿Servirá para que vuelvan a “juntarse”? Creo que no.

Los de Vox, como se ha demostrado una vez más, no tienen cabida en Galicia, su discurso no cala, digan sus líderes nacionales lo que digan. Y el partido debutante Democracia Ourensana, del estrambótico alcalde de la ciudad de las Burgas, ha conseguido un diputado en el parlamento gallego. La jugada no le ha salido bien: esperaba que el PP bajara en escaños y ser el solitario diputado quien tuviera la llave de continuar gobernado Rueda. Menudo chollo iba a tener Jácome. Así que como exclamaba Cela, “un carallo a tiempo es una victoria dialéctica”.

La composición del nuevo Parlamento, con la mayoría del PP, no quiere decir que vaya a ser un paseo triunfal. Los 25 diputados del Bloque no van a pasar desapercibidos, plantarán batalla.De todas maneras, como decía mi admirado amigo Isacc Díaz Pardo "Galicia es lo que es"

El socialismo gallego ha quedado tocado, muy tocado, hasta en Vigo, feudo de Abel Caballero, ha ganado el BNG con una subida espectacular.  Los socialistas gallegos han pagado las decisiones de Sánchez. Se abre una nueva etapa en el socialismo español, con un partido internamente zozobrado - públicamente solo hable Page- donde tiene que producirse una catarsis si no quieren hundirlo más. Por cierto, que Salvador Illa, líder del PSC, se vaya preparando. Lo sucedido en Galicia, por mucho que disimulen, es un aviso para navegantes. Las elecciones catalanas están a la vuelta de la esquina. y los votantes le pueden recordar a Pedro Sánchez la frase de Nietzsche: “Lo que más me molestó no es que me hayas mentido, sino que, de aquí en adelante, no podré creer en ti”..