Galicia impone más restricciones al consumo de agua ante la sequía

Ayuntamientos e instituciones mantienen en Galicia el llamamiento a la concienciación ciudadana para hacer un uso responsable del agua, evitando consumos innecesarios ante el contexto de sequía. Esta situación ha provocado que cada vez más municipios de la comunidad gallega adopten algún tipo de restricción ante una situación que algún alcalde advierte que podría ser una "catástrofe" para su municipio si sigue sin llover.

Así lo ha expuesto, por ejemplo, el alcalde de Vilar de Barrio, Manuel Conde. En este municipio se ha adoptado, entre otras medidas, la de recurrir a drones "para comprobar quién tiene las piscinas llenas y quién no las tiene".

Manuel Conde alude a cortes de agua "puntuales" en casas ubicadas en las zonas más altas. "Es el peor año hidrológico desde que hay datos, las fuentes están bajo mínimos y alguna está con hilo de agua", explica. El alcalde ha aludido también a las obras puestas en marcha hace unos años de intercomunicación de depósitos para "traer agua desde donde la hay".

Este municipio solo es un ejemplo de lo que está ocurriendo en Galicia. Por este motivo, muchos otros ayuntamientos están adoptando medidas. Este es el caso también de Ribadavia, donde se ha tenido que proceder a realizar cortes de suministros ante su falta en el depósito municipal. En este concello se ha declarado la emergencia ante una situación "crítica".
 

ACTUACIONES POR PARTE DE LOS AYUNTAMIENTOS

En otros municipios, las medidas son por el momento, preventivas, frente al "posible agravamiento". Este es el caso de Lugo, que realiza la limpieza de la calzada tan solo en días alternos. En esta provincia, hay ya restricciones en el consumo en varios ayuntamientos y algunos como Sober han habilitado desde hace días camiones cisterna para trasladar agua a una decena de núcleos de población.

Hay algunos otros municipios con controles del uso del agua potable en la red municipal, optando por mantener regados los espacios verdes y jardines municipales con agua reutilizada, que no es apta para el consumo.

En el municipio coruñés de Miño, —cuya población se ve duplicada en verano, como muchos otros en Galicia—, se ha procedido al cierre del suministros de playas o a la prohibición de usar la de la traída pública para baldear o llenar piscinas. Esta misma media también la han adoptado, antes que en otras provincipas, varios municipios ourensanos, que valoran imponer sanciones a quienes la incumplan

Esta situación de sequía también ha obligado a imponer cambios en la Fiesta del Agua de Vilagarcía de Arousa, que volverá a sus orígenes usando cubos, pero que ha prohibido las mangueras. Las fuentes ornamentales del municipio pontevedrés estarán cerradas, aunque habrá algunas de botón para poder llenar pistolas de agua o globos.

La falta de lluvias ha provocado que lugares como las ruinas del antiguo Portomarín, anegado por el embalse de Belesar, se pueden cruzar a pie después de que esta localidad llevase "años", según apunta su alcalde, Pablo Rivas, sin ver el río Miño "con tan bajo caudal". Otro de los lugares que ha quedado ahora visible es el campamento romando situado en Bande, a orillas del río Limia, inundado habitualmente bajo el embalse de As Conchas.
 

LOS EMBALSES, A MENOS DE LA MITAD

La Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) admite que hay "preocupación" e incide en que "más allá" del contexto actual es "imprescindible adquirir una cultura de aprovechamiento de los recursos naturales más sostenible". "Por parte de todos, administraciones y ciudadanía". "Nos consta que los ayuntamientos se están esforzando por el cambio de patrón entre sus vecinos y vecinas", apostillan.

Desde la Confederación Hidrográfica Miño-Sil se han expresado de la misma manera. Su presidente José Antonio Quiroga advirtió hace una semana de la necesidad de actuar ante "el año hidrológico más seco de la serie histórica". Los embalses gallegos de esta demarcación se encuentran a menos de la mitad de su capacidad máxima —un 49,28%, un 0,66% menos que la semana anterior—.

"Este volumen es un 0,45% menos que la cantidad de agua embalsada hace un año, 49,73%, y un 19,54% menor que el llenado promedio histórico en estas fechas del año, 68,82%" precisan desde la Confederación Hidrográfica. "En lo relativo a los caudales circulantes, el caudal en las estaciones de la Comunidad se encuentra de media un 44,5% por debajo del promedio histórico", inciden.
 

LA XUNTA ADVIERTE DE QUE LA SITUACIÓN PUEDE "AGRAVARSE"

La Consellería de Infraestruturas ha afirmado que los niveles de los ríos están "en los índices más bajos desde que se tienen registros en la demarcación Galicia-Costa". Por este motivo insisten en que existe una "amenaza real" al abastecimiento de agua en varias zonas de Galicia.

"El anterior episodio de sequía se produjo en noviembre y aún estamos en agosto por lo que la situación puede agravarse". También recuerdan que se declaró la prealerta por sequía en febrero en buena parte de la demarcación de competencia autonómica, extendiéndose en abril a todos los sistemas de la demarcación "como medida preventiva".

En cuanto a las medidas autonómicas, se remiten a las ya puestas en marcha por los municipios y al nuevo plan de sequía de la Xunta, aprobado en junio, para la aplicación de las mismas, según la gravedad. Entre estas medidas figura la reducción del agua para abastecimiento urbano e industrial, además de la posibilidad de cortes temporales.

En estos momentos, en Galicia, según la Xunta, 104 ayuntamientos disponen de planes de emergencia frente a la sequía, 46 de ellos en la demarcación Galicia-Costa, aunque de las grandes ciudades solo Santiago.