¿Moción de confianza a la vista? Sánchez mueve ficha para blindar su Gobierno
El presidente inicia una ronda de reuniones clave con los partidos que apoyaron su investidura para medir su respaldo tras el escándalo del ‘caso Koldo’
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido moverse rápido. Tras la renuncia de Santos Cerdán como secretario de Organización del PSOE, en medio del escándalo del ‘caso Koldo’, el líder del Ejecutivo ha iniciado una ronda de contactos con sus principales aliados parlamentarios. El objetivo es claro: reafirmar el apoyo de quienes facilitaron su investidura y garantizar la estabilidad de una legislatura que, tras este golpe interno, vuelve a estar en el punto de mira.
Según han confirmado fuentes de Moncloa a Europa Press, Sánchez mantendrá reuniones presenciales con los líderes de los grupos que sostienen al Gobierno. De hecho, los contactos preliminares ya comenzaron este domingo, con llamadas desde Presidencia a las distintas formaciones que componen la mayoría parlamentaria.
Una mayoría que se tambalea
La dimisión de Cerdán, tras haber sido señalado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por su presunta implicación en el cobro de comisiones irregulares, ha generado nuevas tensiones en la coalición de apoyo al Gobierno. Algunos socios ya han expresado su preocupación públicamente y exigen medidas concretas para restaurar la confianza.
Desde Sumar, la formación liderada por Yolanda Díaz, se ha reclamado una especie de “reseteo de la legislatura”, mientras que Junts, el partido de Carles Puigdemont, ha solicitado una reunión directa con el presidente Sánchez. Cabe recordar que Cerdán era la pieza clave en las negociaciones con la formación independentista catalana, lo que complica aún más el tablero político. El presidente del Gobierno y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se reunirán a las 18.00 horas para abordar la crisis provocada por la presunta vinculación en la trama Koldo del exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, según han confirmado el portavoz de la formación y ministro de Cultura, Ernest Urtasun.
Por su parte, Podemos considera que Pedro Sánchez no está "legitimado" para liderar un Gobierno progresista y no va a acudir a la ronda de contactos que ha convocado el presidente con sus socios de investidura, porque no quiere participar "en una operación de lavado de cara de un partido corrupto", en referencia al PSOE.
Un mensaje de firmeza desde Ferraz
La pasada semana, Pedro Sánchez ofreció una comparecencia pública desde la sede socialista de Ferraz para tratar de reconducir la situación. En su intervención, anunció una auditoría externa que revisará las cuentas del PSOE y adelantó cambios en la Ejecutiva Federal, que se concretarán en el Comité Federal previsto para el 5 de julio.
Pese a la presión, el presidente fue tajante: descartó una crisis de Gobierno y rechazó cualquier adelanto electoral. Reiteró su voluntad de agotar la legislatura hasta 2027, apostando por la estabilidad institucional en un momento delicado.
La moción de confianza, una opción latente
Aun así, el escenario sigue siendo incierto. Voces dentro del arco parlamentario han empezado a plantear la posibilidad de una moción de confianza, una fórmula que permitiría al presidente someterse al veredicto del Congreso para medir su respaldo real.
En este contexto, las reuniones que Sánchez mantendrá en los próximos días podrían ser decisivas para el rumbo del Ejecutivo. Se espera que se siente con representantes de Sumar, ERC, Junts, PNV, Bildu, Podemos y Coalición Canaria, fuerzas que, en su conjunto, han permitido al PSOE gobernar, pero que también han exigido transparencia, responsabilidad y renovación interna.
La clave: reconstruir puentes y restaurar credibilidad
Más allá de la dimensión judicial del ‘caso Koldo’, lo que está en juego para Sánchez es la cohesión política del bloque progresista. La salida de Cerdán no solo deja vacante un cargo estratégico en la estructura del PSOE, sino que afecta a los equilibrios de poder y confianza entre el Gobierno y sus aliados.
Por ahora, el presidente intenta restablecer puentes con los partidos que lo respaldaron en su investidura y que, con distintos matices, han sostenido las iniciativas legislativas de esta legislatura. La forma en que gestione esta crisis —desde la escucha activa hasta la aplicación de medidas concretas— marcará su capacidad para superar el temporal sin romper la frágil mayoría que lo sostiene.
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