Bugallo dimite del Senado agravando la crisis del PSdeG-PSOE en Santiago
El exalcalde declaró hoy en los juzgados como testigo en el pleito en el que inmerso el partido al hilo de la ruptura en la dirección local y los cuatro concejales expulsados. Su escaño puede pasar a Manuel Miras antes de lo teoricamente pactado.
El exalcalde de Santiago de Compostela Xosé Sánchez Bugallo ha presentado su renuncia al acta como senador por la provincia de A Coruña, que ocupaba desde las elecciones de julio de 2023, tal y como consta en el escrito presentado en el registro de la Cámara alta con fecha de este viernes y al que ha tenido acceso Europa Press.
La renuncia efectiva de Bugallo se produce la misma jornada en la que el político socialista ha acudido como testigo a la vista entre la dirección del PSOE compostelano y los cuatro ediles del Ayuntamiento santiagués expulsados.
En esta guerra civil, Bugallo ha tomado partido por los concejales, entre los que están varios socialistas que fueron sus más estrechos colaboradores durante su etapa como alcalde. Con todo hoy, en declaraciones antes de entrar en el juzgado, ha intentado mantener una postura equidistante, argumentando que si bien la dirección local debe pilotar el partido, los concejales también tienen autonomía en ciertas cuestiones.
El pleito de la vista de esta mañana versa sobre un recurso de los cuatro concejales contra su expulsión del PSdeG-PSOE.
El que fuera alcalde de Oroso durante más de 20 años, Manuel Mirás, había asegurado en meses pasados que había un acuerdo con Sánchez Bugallo para alternarse en el cargo de senador del PSOE por la provincia de A Coruña, un pacto que el exregidor compostelano no había llegado a confirmar públicamente.
Se supone, por lo tanto, que Mirás será el relevo de Bugallo. Con todo, el PSdeG todavía no lo ha confirmado.
Todavía no ha transcurrido la mitad del tiempo previsto de la actual legislatura en España. La XV Legislatura comenzó oficialmente el 17 de agosto de 2023. A día de hoy, 9 de mayo de 2025, han transcurrido aproximadamente 1 año y 9 meses desde el inicio de la legislatura, lo que representa menos de la mitad del período previsto.
Una crisis sin visos de solución a medio plazo
La crisis interna del PSOE en Santiago de Compostela gira en torno al enfrentamiento entre la dirección local, encabezada por Aitor Bouza, y cuatro concejales expulsados del partido: Gonzalo Muíños, Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez. Rosón era la teniente de alcalde con Sánchez Bugallo.
El origen del conflicto se remonta a la negativa de estos ediles a seguir las directrices de la dirección, especialmente en relación con una votación clave sobre una ordenanza de viviendas turísticas impulsada por el gobierno municipal, formado por el BNG y Compostela Aberta. En lugar de abstenerse, como exigía el partido, los concejales votaron a favor, lo que fue interpretado como un acto de desobediencia. Los díscolos alegaron que lo único que se votaba era aplicar lo ya aprobado durante la legislatura de Bugallo.
Esta postura derivó en sanciones disciplinarias y, finalmente, en su expulsión formal el 14 de marzo de 2025 por parte de la Comisión Federal de Ética y Garantías del PSOE, acusándolos de incumplir los estatutos y desafiar la autoridad de Bouza, quien lidera la agrupación local desde 2023. Durante la crisis interna, los órganos del PSOE apoyaron a Bouza y desoyeron los argumentos de los díscolos.
El conflicto adquirió una dimensión judicial cuando los concejales expulsados presentaron una demanda ante el Juzgado número 3 de Santiago, solicitando medidas cautelares para frenar su salida del partido. La resolución de este proceso, tras una vista celebrada el 9 de mayo de 2025, podría retrasar cambios en la composición de la Corporación municipal.
De confirmarse la expulsión, los ediles pasarían al grupo de no adscritos, alterando el equilibrio político en el Ayuntamiento. Un pleno extraordinario previsto para la siguiente semana definiría su estatus definitivo, en un escenario de incertidumbre institucional.
En el plano interno, la crisis refleja una lucha por el control del partido. Bouza, respaldado por el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, ha impulsado una línea de disciplina férrea, reorganizando la dirección local y amenazando con expedientar a quienes no acaten sus órdenes. Esto profundizó la división en el grupo municipal, con una facción leal a los órganos locales, los concejales Gumersindo Guinarte y Marta Abal, y otra crítica, representada por los expulsados.
Las tensiones llegaron a tal punto que los ediles afines al líder local se ausentaron de un pleno en señal de protesta por la lentitud en resolver la situación. Protestan así contra lo que ven como un intento de la alcaldesa del BNG de prolongar la crisis para que los díscolos puedan seguir teniendo la representación del PSOE en el Pazo de Raxoi.
El PSdeG reprochó la falta de agilidad del Ayuntamiento para resolver el asunto, mientras sectores internos cuestionan lo que perciben como autoritarismo y falta de diálogo, factores que erosionan la credibilidad del partido ante la ciudadanía.
Besteiro sigue apoyando a Bouza, quien tras el XV Congreso del PSdeG en marzo de 2025 fue integrado en la Ejecutiva regional, consolidando su influencia bajo el respaldo de Besteiro y del líder nacional y valedor de Besteiro, Pedro Sánchez.
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